¿Y eso qué tiene que ver? Pues que consumidas las dos terceras partes de este mes, no han aparecido ni han dado señas de aparecer las conclusiones de aquellos diez grupos de estudio solicitados por Francisco en Febrero 2024 para que cada uno de ellos se dedicara a tratar un tema específico “surgidos en la primera sesión de la XVI asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos (no nos culpen, así se anunció) para profundizar en colaboración con los Dicasterios de la Curia Romana”, presentaron sus avances en la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad, es decir en Octubre 2024, y finalizarían sus trabajos en Junio 2025. Estamos en Junio y no nos han dicho nada.
Los grupos de estudio son diez, como se sabe, pero el que copa toda la atención es el quinto grupo, que estudia “algunas cuestiones teológicas y canónicas en torno a formas ministeriales específicas”, el cual en realidad no existe ni se constituyó, directamente avisaron que ese grupo era el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, i.e., Tucho y asociados. Nada bueno y auspicioso esperamos de este grupo, estos sujetos introduciran la posibilidad de las diaconisas en la Iglesia, como ya hemos anotado en otra ocasión.
Y como León no ha disuelto esos grupos, no ha postergado las fechas establecidas, no ha parado los trabajos, menos acabado con el embeleço ese de la Sinodalidad, es de suponer que en alguno de estos últimos diez días nos brinden la(s) sorpresita(s), ahí nos dejan, ¡y a vacacionar que llegó el verano!
