Sunday, January 12, 2025

Contra la Evidencia: Iglesia en Italia Reitera que Posición Sobre Candidatos Homosexuales al Sacerdocio No Ha Cambiado

Un nuevo caso de “¿a quién le va a creer, a mí o a sus propios ojos?” se ha presentado con aquella información de que ahora la Iglesia en Italia, con aprobación vaticana, podrá admitir candidatos homosexuales al sacerdocio. Evidententemente no es creíble el desmentido pero se consigna a manera de constancia. Además, lo decimos basados en hechos parecidos constatados con anterioridad, como por ejemplo el de la recepción de la Sagrada Comunión en la mano, desde el segundo uno de la permisión por parte de Paulo VI vía el documento Memoriale Domini firmado por el masón Annibale Bugnini, se juraba y se perjuraba que la Iglesia no cambiaba la disciplina vigente, es más, que a nadie se le obligaba adoptar la innovación, bla, bla, bla, y así a lo largo de los años y las décadas, en el papel una cosa, pero en la práxis lo contrario, al punto de tener lo que hoy tenemos, una persecución por todos los medios, sin excluir los inmorales, y en tiempos pandémicos y postpandémicos hasta amenazas de excomunión de ciertos obispillos de pacotilla, vergüenza tenerlos que considerar sucesores de los Apóstoles, a quienes desean recibir la Sagrada Comunión en la boca.

El desmentido se originó en un artículo del periódico de los obispos italianos, Avvenire, publicado inicialmente en su versión web el pasado Viernes, Ene-10-2025, pero publicado al día siguiente en la versión impresa (imágen), en el cual se cita al presidente de la Comisión episcopal de la CEI para el clero y la vida consagrada, Mons. Stefano Manetti, quien salió a hacer el desmentido de rigor. Repetimos, se consigna, pero hasta allí no más. Este es un artículo pertinente en español de Noticias SIN, Ene-10-2025.

La Iglesia Católica reafirma su postura: no admite personas homosexuales para el sacerdocio

Noticias SIN
10 enero, 2025


Milán.–
La iglesia católica ha confirmado que las normas sobre la no admisión de personas homosexuales al sacerdocio permanecen inalteradas, después de una reciente interpretación errónea del párrafo 44 de las «Orientaciones y normas para los Seminarios».

Este documento, que establece pautas para la formación de los candidatos al sacerdocio, había sido mal entendido por algunos medios, que sugirieron que podría existir una apertura a la ordenación de personas homosexuales, siempre que se mantuvieran castos.

El texto aclaratorio, publicado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), subraya que la postura de la Iglesia sobre este asunto sigue siendo la misma que en el documento de 2016 de la Congregación para el Clero, Il Dono della vocazione presbiterale. Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis. Según estos lineamientos, la Iglesia no puede admitir al seminario ni a los órdenes sagrados a personas que practiquen la homosexualidad, que presenten tendencias homosexuales profundamente arraigadas, o que apoyen la denominada cultura gay, ya que se considera que esto obstaculiza un adecuado relacionamiento con hombres y mujeres.

El obispo de Fiesole, Stefano Manetti, presidente de la Comisión Episcopal para el clero y la vida consagrada, destacó que la verdadera novedad del documento no es un cambio en las normas, sino una mayor atención al «discernimiento» en el proceso formativo, especialmente durante los primeros tres años. «El objetivo es ayudar a los candidatos a clarificar su identidad y orientación sexual, sin reducir el discernimiento únicamente al tema homosexual», explicó Manetti.

La nueva versión de la Ratio, distribuida la semana pasada, invita a los formadores a tener un enfoque integral de la personalidad del joven, considerando no solo su orientación sexual, sino también sus objetivos en la vocación humana y presbiteral. Además, se enfatiza la importancia de la castidad y el celibato, como expresión de libertad de posesión en todos los ámbitos de la vida, sin interpretarlo como una apertura para sacerdotes homosexuales.

En resumen, la Iglesia reafirma su postura tradicional mientras adapta su enfoque hacia un mayor acompañamiento y comprensión del proceso de autoconocimiento de los candidatos al sacerdocio, sin modificar las normas sobre la admisión de personas homosexuales.

¿Recibe y Acoge el Estado Vaticano a Todos los Migrantes Indiscriminadamente y sin Restricciones, Como Constantemente Francisco Solicita de los Otros Estados?

Este es un artículo de Informazione Cattolica, Ene-12-2025. Traducción de Secretum Meum Mihi (con adaptaciones).

Inmigrantes ilegales, represión del Vaticano

PUERTAS ABIERTAS A LOS “MIGRANTES”, PERO NO EN LA CIUDAD-ESTADO DEL PAPA BERGOGLIO

por Pietro Licciardi


Una noticia “curiosa” llega desde la Ciudad del Vaticano, donde con decreto del presidente de la Pontificia Comisión para el Estado, recientemente se han aumentado las penas por entrada ilegal en territorio pontificio. De hecho, quien entre en el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano con violencia, amenazas o engaños «será castigado con pena de prisión de uno a cuatro años y multa de 10.000,00 a 25.000,00 euros».

Según el artículo 1, apartado 2, del decreto, «se considera que la entrada se ha verificado “mediante engaño” cuando se produce mediante la evasión fraudulenta de los sistemas de seguridad y protección del Estado o mediante la elusión de los controles fronterizos». Constituye circunstancia agravante, que supone un aumento de la pena de hasta dos tercios, «si la persona, para cometer el delito, entra en el territorio del Estado conduciendo un vehículo, evadiendo o forzando el control fronterizo o incumpliendo la invitación a detenerse dada por la fuerza pública».

Finalmente, cualquiera que sea sorprendido en flagrancia es arrestado inmediatamente. Está en flagrancia «quien es sorprendido en el acto de cometer el delito o si, inmediatamente después de la comisión del hecho, es perseguido por la fuerza pública, por parte de la persona agraviada o es sorprendido con cosas o rastros, que hagan presumir que ha cometido el delito o ha tenido concurso en él, o es identificado a través de las telecámaras del sistema de videovigilancia».

Es cierto, dirán ustedes, que las entradas clandestinas dentro de los muros del Vaticano deben ser perseguidas, pues son potencialmente peligrosas para la seguridad del Estado y de quienes allí trabajan y residen. Y de hecho el mismo Catecismo de la Iglesia Católica, en el punto 2241, establece que «Las autoridades civiles, atendiendo al bien común de aquellos que tienen a su cargo, pueden subordinar el ejercicio del derecho de inmigración a diversas condiciones jurídicas».

Lástima que lo que el Papa Bergoglio aplica a su Ciudad-Estado no lo reconozca también a otros Estados, incluida Italia, que según sus numerosas intervenciones debería acoger con los brazos abiertos y sin límites a las multitudes de migrantes que intentan desembarcar en nuestras costas de manera fraudulenta, evadiendo cualquier control, forzando la frontera y engañando a las autoridades sobre sus reales intenciones y necesidades.

Desgraciadamente, hay que constatar que la de Francisco aparece a menudo como una indebida interferencia en las políticas de los Estados en materia de inmigración, realizada invocando, aunque sea parcialmente, la moral católica que es muy clara en la materia, y para ello nos remitimos de nuevo al punto 2241 del Catecismo. Y no escapa que en esto el Santo Padre se muestra terriblemente en sintonía con esos lobbys globalistas que pretenden hacer desaparecer a los pueblos y nuestras culturas promoviendo un melting pot que, como toda construcción ideológica planeada en el escritorio, acabará en lo contrario de lo que promete. Y en lo contrario a lo que la Iglesia hace.