Algún día alguien nos va a contar la verdadera historia de la “afortunada” mujer aquella de nombre Carmela (¿o Carmella?) Mancuso, de 72 años, quien se robó la atención el día que a Francisco le dieron el alta hospitalaria, Mar-23-2025, porque momentos antes de abandonar el hospital Francisco la señaló precisamente a ella entre la multitud que se apostaba a las afueras del Gemelli. Fíjense Ustedes cómo esta mujer cuenta con una “fortuna” excepcional, porque justamente hoy, momentos después de que Francisco impartiera la bendición Urbi Et Orbi y se dirigiera para abordar el Papamóvil, muy “coincidencialmente” volvió a “encontrarse” con Francisco, también muy “coincidencialmente” estaba presto el lente de uno de los fotógrafos para captar el “incidental” encuentro. Sí, hay gente con una fortuna fuera de lo habitual.
Para los malpensados, quedará la duda si todo ello ha sido montado, a Carmela la llevaron a propósito, le dieron las indicaciones necesarias para que estuviera en determinado punto esperando a Francisco para saludarlo y también al que tomó la foto le habían avisado para que inmortalizara el encuentro.
Repetimos, algún día alguien nos va a contar la verdadera historia.
