Sobre el futuro decano del colegio cardenalicio, acerca del cual nos preguntabamos en Diciembre pasado, parece ser que por ahora hay una sinsalida porque Francisco no desea al candidato más opcionado y la elección se ha postergado.
Artículo de Il Tempo, Ene-28-2025. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Follow @SECRETUMMEUMEl Papa Francisco congela nominación para decano. Las dudas sobre Sandri, repunta Parolin
FRANCESCO CAPOZZA
Hace algunas semanas, primeros entre todos, recordamos un acontecimiento de enorme importancia para la Iglesia: la expiración del mandato del cardenal Giovanni Battista Re como decano del Colegio Cardenalicio (ocurrida el 19 de enero) y la necesidad de elegir al sucesor. Podría parecer una cuestión puramente burocrática pero, como ya se ha recordado, el decano de los cardenales, primus inter pares entre los más de doscientos cardenales (140 de los cuales son actualmente electores en un próximo Cónclave), juega un papel de importancia fundamental no sólo en la vida diaria, sino especialmente cuando la Sede Apostólica queda vacante. De hecho, es el cardenal decano quien toma las riendas de la Iglesia durante la transición y es siempre él quien preside los ritos del Cónclave, no sólo las votaciones en la Capilla Sixtina, sino también los trabajos de las congregaciones generales que preceder a los escrutinios. Durante siglos, el cargo de decano del Sacro Colegio fue vitalicio, pero el Papa Francisco, en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium del 19 de marzo de 2022, estableció que este altísimo cargo también pasara a ser temporal, con un mandato de cinco años que podría ser renovado solo una vez. Desde hace tiempo se sabe que el cardenal Re —que recientemente sopló 91 velitas— no quiere ni siquiera plantearse una posible reelección y por eso ha comenzado una auténtica campaña electoral entre bastidores para el nombramiento del sucesor.
Los dos principales candidatos, como hemos escrito, son el vicedecano, el cardenal argentino (también de Buenos Aires como Bergoglio) Leonardo Sandri y el secretario de Estado, Pietro Parolin. Para la elección del nuevo decano, que es de exclusiva responsabilidad del estrecho círculo de cardenales del orden de los obispos —los actuales cinco de los seis titulares de las diócesis suburbicarias romanas más otros cinco, entre ellos el propio Parolin, elevado al rango de Obispos por Francisco— está todo listo desde hace días y los ancianos ya están todos en Roma, esperando ser convocados para proceder a la votación. El Secretario de Estado, en misión en el extranjero hasta el 20 de enero, ha acelerado intencionadamente su regreso a Roma, pero hasta ahora no se ha hecho nada. Una fuente de altísimo nivel con la que hablamos reveló que la nominación de Sandri, considerado inicialmente como el favorito, sería sin embargo objeto de reflexión por parte del Papa. Los dos argentinos, que intercambian abrazos fraternales frente a las cámaras, aparentemente en realidad se detestan desde hace décadas. Se dice que el hastío surgió durante los últimos años del pontificado de Wojtyla, cuando Sandri era el sustituto del poderosísimo cardenal Angelo Sodano en la Secretaría de Estado. En aquella época, todos los nombramientos propuestos por Monseñor Bergoglio eran invariablemente rechazados por Sandri con la aprobación de su superior. Además, el Papa, que conoce bien la maquinaria difamatoria del Vaticano, no querría atraer sobre sí más acusaciones, ya de por sí difíciles de contener, de «familismo» geográfico.
Ayer también llegó la noticia de que otro enemigo de Bergoglio, el ex arzobispo de Lima, el cardenal Jean Luis Cipriani Thorne, miembro del Opus Dei pero muy cercano tanto a Sandri como al fallecido Sodano, ha sido sometido a duras medidas disciplinarias papales. Cipriani está acusado de haber cometido abusos sexuales en los años 80 y el Papa le ha ordenado guardar silencio, limitar su ministerio sacerdotal y prohibirle regresar a su país de origen. Una guerra silenciosa todavía en curso y, como ha sucedido a menudo en los últimos años, el ganador podría ser el siempre invisible Secretario de Estado Parolin.