Monday, August 26, 2024

Alemania quiere eliminar las transferencias financieras a las iglesias cristianas

Siempre hemos afirmado de los obispos alemanes que son simoniacos, que nadie con autoridad haga nada al respecto incrementa nuestra repulsa. Fíjense bien en el siguiente artículo porque el argumento principal en algo va a dónde más les duele a los simoniacos, es decir, el bolsillo.

Información de ABC, Ago-26-2024.

Alemania quiere eliminar las transferencias financieras a las iglesias cristianas

La medida no afecta al impuesto religioso, que sigue vigente, pero católicos y evangélicos dejarían de recibir unos 600 millones de euros anuales

Rosalía Sánchez
Corresponsal en Berlín
26/08/2024


El gobierno alemán tiene listo el proyecto de ley que retirará los pagos estatales a las iglesias cristianas, que permiten por ejemplo pagar a los sacerdotes. Los gobiernos regionales de los Bundeslander están bloqueando la reforma legal, pero la «coalición semáforo», que lidera el socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz, junto a liberales (FDP) y Los Verdes, parece haber encontrado la manera de evitar ese bloqueo y completar el proceso legislativo este próximo otoño, diseñado de tal manera que pueda entrar en vigor sin el consentimiento del Consejo Federal.

Los requisitos para el fin de los beneficios estatales deberán permanecer vagos y sin definición precisa en el proyecto de ley, de modo que no sea necesaria la aprobación de la cámara estatal. «Ciertamente no será un texto que prescriba de manera concluyente la forma de sustitución de los Bundesländer«, ha explicado el experto en religión del SPD, Lars Castellucci. El jefe de la Cancillería del estado federado de Sajonia-Anhalt, Rainer Robra, ha advertido a Berlín contra esa planeada actuación en solitario, que va contra el espíritu de la estructura del Estado alemán. »Sería más apropiado que la estructura estatal alemana presentara una ley que requiera la necesaria aprobación«, ha declarado a 'Frankfurter Allgemeine Zeitung'.

Los denominados beneficios estatales para las iglesias cristianas son una consecuencia de la secularización. A principios del siglo XIX, se expropiaron ilegalmente los bienes y terrenos de las iglesias y, como contraprestación, el Estado se comprometió a compensar a las iglesias por ello. En la Conclusión Principal de la Diputación del Reich de 1803, los gobernantes seculares asumieron diversas obligaciones de desempeño y pagos de compensación, que se resumen bajo ese término. Por eso cada año fluyen cientos de millones de euros tanto a la Conferencia Episcopal Alemana como al Consejo Evangélico.

Todos los Bundeslander, con excepción de las ciudades-estado de Hamburgo y Bremen, pagan parte de los salarios del clero, incluidos los obispos y sacerdotes. Una gran parte de los beneficios se destina a los llamados fondos de construcción, es decir, dinero para el mantenimiento de las iglesias.

La obligación de realizar estos pagos ya estaba incluida en la Constitución de Weimar, hace cien años, y la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania adoptó esta exigencia en su artículo 140. La ley contempla que el Estado alemán tendría que volver a pagar una determinada cantidad a cambio de poner fin a las transferencias periódicas, pero para ello el gobierno federal tendría que establecer el marco legal y luego cada estado federado tendría que llegar a acuerdos individuales con las iglesias.

Impuesto eclesiástico

Además de esta compensación, que ahora podría desaparecer, las confesiones religiosas alemanas también reciben también las aportaciones de los impuestos eclesiásticos, que el Estado se encarga de recaudar y después trasfiere a la entidad a la que pertenece cada ciudadano. Quienes pagan sus impuestos en Alemania deben declarar su confesión y asumir el pago de esta tasa, que ronda el 9% de los ingresos. La tendencia en los últimos años de aumento del número de apóstatas tiene como consecuencia la reducción de los ingresos por vía del impuesto eclesiástico para las distintas confesiones.

El profesor de derecho Hans Hofmann ha criticado que el Gobierno de Berlín esté llevando a cabo la reforma de la compensación sin una estrecha coordinación con los Bundeslander. «Sin el propietario no se pueden hacer las cuentas», ha dicho, recordando que, en última instancia, son los Bundesländer los que tienen que soportar las elevadas tasas de transferencia que conllevaría la abolición de los beneficios eclesiales anclados en la Ley Fundamental. «Se viola el principio de prudencia si el gobierno federal quiere introducir una ley de este tipo en contra de los deseos declarados de los estados federados», ha insistido Hofmann, en cuya opinión, para implementar la reforma, además de la ley federal, también son absolutamente necesarias leyes a nivel regional.

Las iglesias cristianas alemanas reciben anualmente de los Bundesländer un total de unos 600 millones de euros por este concepto. «La pérdida de ingresos por la propiedad sustraída todavía está justificada legalmente», subraya Hofmann, «y un reemplazo no es legalmente posible simplemente suspendiendo los pagos, sino siempre asociado a un pago de compensación».

El Ministerio alemán de Finanzas argumenta por su parte que, dada la difícil situación presupuestaria, el pago de compensaciones a las iglesias no será financieramente viable en el futuro previsible. La Conferencia Episcopal Alemana ha señalado que sólo tendría sentido una solución conjunta con los Bundeslander y ha recordado que las iglesias son responsables de numerosas guarderías, residencias de ancianos, hospitales y escuelas, cuya financiación estaría en peligro si se suspendieran los beneficios estatales. El Estado federado no podría tener ningún interés en esto: «Estoy seguro de que los estados federados y el gobierno federal son lo suficientemente inteligentes como para apreciar los grandes logros de las iglesias como proveedores de servicios públicos», ha sugerido un portavoz.