Tuesday, April 9, 2024

Confirmado, Francisco es identificado como “Patriarca de Occidente” en el Annuario Pontificio 2024

Esta historia se remonta a 2006, cuando Benedicto XVI abandonó el título “Patriarca de Occidente” en el Annuario Pontificio 2006. Así informaba en aquel entonces Vatican Information Service, Mar-22-2006.

ACLARACION SOBRE EL TITULO PAPAL DE "PATRIARCA DE OCCIDENTE"

CIUDAD DEL VATICANO, 22 MAR 2006 (VIS).-Debido a los comentarios sobre la supresión del título papal de "Patriarca de Occidente" en el Anuario Pontificio de 2006, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos ha hecho hoy público un comunicado para aclarar esta ausencia.

Desde el punto de vista histórico, los antiguos Patriarcas de Oriente, fijados por los Concilios de Constantinopla (381) y de Calcedonia (451), se referían a un territorio claramente circunscrito, mientras que el territorio de la Sede del Obispo de Roma no estaba bien definido. En Oriente, en el ámbito del sistema eclesiástico imperial de Justiniano (527-565), junto a los cuatro Patriarcados orientales (Constantinopla, Alejandría, Antioquía y Jerusalén), el Papa era considerado Patriarca de Occidente. Inversamente, Roma privilegió la idea de las tres sedes episcopales petrinas: Roma, Alejandría y Antioquía. Sin usar el titulo de "Patriarca de Occidente", el IV Concilio de Constantinopla (869-70), el IV Concilio de Letrán (1215) y el Concilio de Florencia (1439), incluyeron al Papa come el primero de los cinco Patriarcas de entonces.

El titulo di "Patriarca de Occidente" lo empleó en el año 642 el Papa Teodoro I y tan solo volvió a aparecer en los siglos XVI e XVII, debido a que los títulos del Papa se multiplicaron; en el Anuario Pontificio apareció por primera vez en 1863.

Actualmente, el significado del término "Occidente" se enmarca en un contexto cultural que no se refiere únicamente a Europa Occidental, sino que se extiende desde Estados Unidos a Australia y Nueva Zelanda, diferenciándose de este modo de otros contextos culturales. Obviamente, este significado del término "Occidente" no pretende describir un territorio eclesiástico, ni puede ser empleado como definición de un territorio patriarcal. Si se quiere dar a este termino un significado aplicable al lenguaje jurídico eclesial, se podría comprender solo con referencia a la Iglesia latina. Por tanto, el titulo "Patriarca de Occidente" describiría la especial relación del Obispo de Roma con esta última, y podría expresar la jurisdicción particular del Obispo de Roma para la Iglesia latina.

Como el titulo de "Patriarca de Occidente" era poco claro desde el inicio, con el desarrollo de la historia se hizo obsoleto y prácticamente no utilizable. Por eso, no tiene sentido insistir en mantenerlo, sobre todo teniendo en cuenta que la Iglesia católica, con el Concilio Vaticano II, halló para la Iglesia latina en la forma de las Conferencias Episcopales y de sus reuniones internacionales de Conferencias Episcopales, el ordenamiento canónico adecuado a las necesidades actuales.

Abandonar el título de "Patriarca de Occidente" -concluye la nota- no cambia claramente nada con respecto al reconocimiento, declarado tan solemnemente por el Concilio Vaticano II, de las antiguas Iglesias patriarcales. La renuncia a este titulo desea expresar un realismo histórico y teológico y, al mismo tiempo, podría ayudar al dialogo ecuménico.

CON-UC/PATRIARCA OCCIDENTE/... VIS 20060322 (460)

Y así permanecieron las cosas...hasta ahora.

Hace unos pocos días Fosfanariou.gr aseguraba que en el Annuario Pontificio 2024 Francisco recuperaría el título. Pues bien, el Annuario Pontificio 2024 fue publicado hoy y efectivamente el título aparece allí, como lo atestigua el usuario de X Ludwig Ring-Eifel en una publicación de hoy.

Vamos a ver cuál es el motivo por el cual se recuperó el uso de este título. Muy capaces que utilicen las mismas motivaciones que tuvo Benedicto para abandonarlo, todo es posible.

Obispos europeos muestran su rechazo a incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE


Con pocas horas de vida, la Declaración Dignitas infinita del Dicasterio para la Doctrina de la Fe ya ha sido citada en una declaración de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, COMECE.

Información de agencia Europa Press, Abr-09-2024 (errores de origen).

ROMA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) - La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) ha manifestado su rechazo a que la Unión Europea incluya el aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales, una decisión que será votada en la Eurocámara por los países miembro este jueves.

"El aborto nunca puede ser un derecho fundamental. El derecho a la vida es el pilar fundamental de todos los demás derechos humanos, especialmente el derecho a la vida de los más vulnerables, frágiles e indefensos, como el niño no nacido en el vientre de la madre, el emigrante, el anciano, la persona con discapacidad y los enfermos", aseguran los prelados europeos en un comunicado dirigido a los miembros del Parlamento Europeo los obispos de .

En este sentido, defienden que la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE "no puede incluir derechos que no son reconocidos por todos y son divisorios". "No existe un derecho reconocido al aborto en el Derecho europeo o internacional, y la forma en que se trata esta cuestión en las Constituciones y Leyes de los Estados miembros varían considerablemente", advierten.

Además, aseguran que la promoción de la mujer y de sus derechos "no está relacionada con la promoción del aborto". "Trabajamos por una Europa donde las mujeres puedan vivir su maternidad libremente y como un regalo para ellas y para la sociedad y donde ser madre no sea en ninguna manera una limitación para la vida personal, social y profesional", recalcan.

En este sentido, lamentan que el aborto "va en dirección contraria a la promoción real de mujeres y sus derechos" e inciden también es que esta práctica "nunca" puede ser un derecho fundamental.

Los obispos europeos se hacen eco del nuevo documento elaborado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, publicado este lunes, que identifica el aborto, la eutanasia o la ideología de género como amenazas a la dignidad humana.

Para el episcopado europeo, tal y como señala la Declaración 'Dignitas Infinita' -firmada por el prefecto del Dicasterio, el teólogo y cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, y aprobada por el Papa el pasado 25 de marzo- debe afirmarse "con toda fuerza y claridad", incluso en la actualidad, que esta defensa de la vida por nacer está estrechamente vinculada a la defensa de todos y cada uno de los demás derechos humanos".

Este es el texto de la declaración propiamente dicha.

DECLARACIÓN
09.04.2024

Sí a la promoción de la mujer y al derecho a la vida, no al aborto y a la imposición ideológica

Con vistas a la votación de la "Resolución sobre la inclusión del derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE" (2024/2655 RSP), prevista para el 11 de abril de 2024, la COMECE desea hacer la siguiente declaración dirigida a los miembros del Parlamento Europeo y a los ciudadanos europeos.

La promoción de la mujer y de sus derechos no está relacionada con la promoción del aborto. Trabajamos por una Europa donde las mujeres puedan vivir su maternidad libremente y como un regalo para ellas y para la sociedad y donde ser madre no sea en ningún caso una limitación para la vida personal, social y profesional. Promover y facilitar el aborto va en dirección contraria a la promoción real de la mujer y sus derechos.

El aborto nunca puede ser un derecho fundamental. El derecho a la vida es el pilar fundamental de todos los demás derechos humanos, especialmente del derecho a la vida de los más vulnerables, frágiles e indefensos, como el niño por nacer en el seno de la madre, el emigrante, el anciano, la persona con discapacidad y el enfermo. La Iglesia lo ha enseñado siempre con coherencia: "Se deberá, por tanto, afirmar con total fuerza y claridad, también en nuestro tiempo, que esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno" (Declaración "Dignitas Infinita" sobre la dignidad humana, Dicasterio para la Doctrina de la Fe, 2 de abril de 2024; n. 47).

La Unión Europea debe respetar las diferentes culturas y tradiciones de los Estados miembros y sus competencias nacionales. La Unión Europea no puede imponer a otros, dentro y fuera de sus fronteras, posiciones ideológicas sobre la persona humana, la sexualidad y el género, el matrimonio y la familia, etc.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE no puede incluir derechos que no son reconocidos por todos y que dividen. No existe un derecho reconocido al aborto en el Derecho Europeo ni en el Derecho Internacional, y el tratamiento de esta cuestión en las Constituciones y Leyes de los Estados miembros varía considerablemente. Como dice el Preámbulo, la Carta debe respetar "la diversidad de culturas y tradiciones de los pueblos de Europa", así como "las tradiciones constitucionales y las obligaciones internacionales comunes a los Estados miembros".

Aprobado por la Comisión Permanente de la COMECE:

✠ Mariano Crociata
Obispo de Latina (Italia), Presidente

✠ Antoine Hérouard
Arzobispo de Dijon (Francia), Vicepresidente primero

✠ Nuno Brás da Silva Martins
Obispo de Funchal (Portugal), Vicepresidente

✠ Czeslaw Kozon
Obispo de Copenhague (Escandinavia), Vicepresidente

✠ Rimantas Norvila
Obispo de Vilkaviškis (Lituania), Vicepresidente