Wednesday, October 2, 2024

La Pareja de Empleados del Banco Vaticano Despedidos. Asociación de Empleados Laicos del Vaticano Protesta

Esta información fue primero reportada hoy por Il Messaggero, este es un artículo en español de agencia EFE, Oct-02-2024.

Ciudad del Vaticano, 2 oct (EFE).- Los dos empleados del banco vaticano despedidos por casarse, debido a una nueva norma del organismo que prohíbe expresamente la contratación de dos cónyuges, han impugnado el despido, por lo que el caso finalmente se dirimirá en el tribunal de la Santa Sede.

El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco vaticano, les notificó a ambos este lunes la «terminación inmediata de la relación laboral, invitándoles a abandonar sin demora su puesto de trabajo», informó hoy su abogada, Laura Sgrò, en un comunicado.

Los pareja se casó el pasado 31 de agosto y a pesar de los intentos de mediación de la Asociación de Empleados Laicos del Vaticano (ADLV), con más de 600 miembros, y de su petición de ayuda al papa Francisco, el IOR finalmente les ha despedido.

Según las nuevas normas del organismo, la terminación del contrato de trabajo se produce 30 días después de la celebración del matrimonio, a menos que uno de los dos cónyuges decida renunciar voluntariamente al empleo, una posibilidad que los recién casados no contemplaban.

El IOR, explica su abogada, también les ha instado a «devolver inmediatamente sus tarjetas de acceso al Estado de la Ciudad del Vaticano y a sus familiares si los hubiera, así como sus tarjetas de crédito y de débito vinculadas a sus respectivas cuentas corrientes».

Inmediatamente después de ser recibida, Sgrò impugnó la notificación de despido, «considerándolo nulo, ilegítimo y gravemente lesivo de los derechos fundamentales de las personas y de los trabajadores y, por tanto, carente de todo efecto».

A principios de año, cuando aún no había entrado en vigor la nueva normativa, como recordó este martes la abogada, la pareja comunicó su intención de casarse a la dirección del IOR, que tiempo después les advirtió de que en ese caso ya no cumplirían los requisitos para seguir siendo trabajadores del organismo.

Los novios, que han sido bautizados por los medios locales como los «Romeo y Julieta» del Vaticano, decidieron desafiar una norma que consideran injusta y anacrónica y casarse junto a un grupo reducido de familiares y amigos en la localidad de Fregene, en la costa romana.

Tras algunas informaciones publicadas estos días, la abogada quiso aclarar que sus defendidos «no son funcionarios, sino meros empleados sin ninguna función destacada o función decisoria», que «ninguno de ellos tiene acceso a información confidencial de clientes» y que «están ubicados en áreas separadas y no tienen interacción entre sí en el entorno laboral».

«Ninguno de los dos recibió propuestas del IOR para cambiar de sector (que habrían aceptado de buen grado) ni se les ha ofrecido traslado a otra institución vaticana. En cualquier caso, ambas soluciones habrían estado prohibidas por el nuevo Reglamento del IOR», añade Sgrò.

Tras los fallidos intentos de hallar una solución, los nuevos esposos solicitaron ayuda al papa en agosto pasado.

Y pidieron al pontífice «una dispensa de las normas dictadas por el nuevo Reglamento, que entró en vigor cuando los preparativos del matrimonio habían concluido y las publicaciones ya habían tenido lugar», pero «no recibieron respuesta alguna», explicó la abogada.

Los recién casados ya fueron suspendidos algunos días de empleo y sueldo por dar a conocer su historia por el IOR, que en una nota aseguró que su objetivo «es exclusivamente garantizar condiciones de igualdad de trato entre el personal».

Durante el curso del día, es decir, luego de conocido el despido de los esposos, la Asociación de Empleados Laicos del Vaticano emitió una declaración Este es un segundo artículo de Il Messaggero respecto de esta reacción.

Despido de empleados del Vaticano por matrimonio genera protestas

Franca Giansoldati
miércoles 2 octubre 2024


El despido de dos empleados vaticanos por haberse casado ha desencadenado un terremoto más allá del Tíber. En la historia moderna del pequeño estado pontificio no se había registrado hasta ahora un nivel de protestas tan vibrantes e indignadas ante lo que se percibe como una acción profundamente injusta. «La medida del IOR ha ido más allá de cualquier derecho humano, pero sobre todo ha sometido el sagrado instituto del matrimonio a tecnicismos jurídicos, comprometiendo la imagen de la Iglesia: Papa Francisco ha reiterado siempre, en varios contextos, la sacralidad de la familia». Después de una larga reunión, la ADLV – una especie de sindicato interno que agrupa a los trabajadores curiales – ha formulado un texto para manifestar solidaridad con la nueva pareja de esposos actualmente desempleados, y para anunciar «iniciativas concretas de protesta». El sindicato vaticano no especifica en qué pueden consistir, también porque el derecho de huelga en el estado pontificio hasta ahora no ha sido contemplado ni practicado, sin embargo, es significativo que se deba «abrir una temporada en la que el derecho laboral se base en principios universalmente reconocidos, y no en interpretaciones unilaterales. Impacta el silencio ensordecedor de los órganos institucionales y la aparente falta de humanidad».

REGLAMENTO

Los dos jóvenes, ambos en su segundo matrimonio, con tres hijos pequeños a cargo y la hipoteca de la casa recién comprada, fueron despedidos después de la entrada en vigor del nuevo reglamento interno que prohíbe los matrimonios entre colegas, bajo pena de pérdida inmediata del trabajo. Las reglas actuales imponen el despido a los treinta días de la boda a menos que uno de los dos decida dimitir voluntariamente, salvando el trabajo del otro. En estos meses, para evitar este dramático desenlace, se habían movilizado cardenales y obispos para pedir la dispensa, pero sin obtener nada. Los dirigentes del banco han sido inflexibles. El nuevo reglamento no admite excepciones y fue aprobado – dicen – para evitar situaciones ambiguas. Dos cónyuges no pueden trabajar juntos en el Torrione di Niccolò V.

ONU

«Un asunto que comenzó mal y terminó peor – escribe el ADLV - La noticia del despido de los dos colegas del IOR nos deja atónitos. Habíamos esperado una resolución amistosa del asunto, pero al final un reglamento discutible prevaleció sobre los sacramentos, sobre los sentimientos más genuinos. A partir de hoy, de hecho, corremos el riesgo de tener una familia pobre más. ¿Quién de nosotros, de hecho, tendría la posibilidad de sobrevivir sin un sueldo? Lo que más importa y lo que más duele a la Iglesia y a todos nosotros los católicos, que la servimos con nuestro trabajo diario, es la amarga constatación de que el sacramento del matrimonio, ahora degradado en todo el mundo, en lugar de ser defendido y apoyado, se ha convertido en causa de despido. Esto al igual que un acto gravemente ilícito como el robo o la revelación de secretos de oficina» escribe el sindicato interno.

WOJTYLA

Los trabajadores del Papa subrayan luego la libertad de expresar su opinión haciendo referencia al artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que protege, «en todos los rincones del mundo la libertad de expresión, mientras que el artículo 12 protege la vida familiar». En otro pasaje evocan a la ONU. «Si la Oficina Internacional del Trabajo tuviera detalles de este asunto, no podría más que expresar censura. De hecho, dicho organismo de la ONU afirma que el matrimonio no constituye un motivo válido de despido. Por lo tanto, el acto del IOR no se basa en un motivo legal real, sino solo en un reglamento interno, además con efectos retroactivos, aspecto contrario a cualquier principio de derecho. Nos preguntamos cómo fue posible aprobar tal reglamento». La nota concluye con una célebre frase de Papa Wojtyla: «A nuestros afiliados y a todos los empleados les dirigimos la valiente invitación de San Juan Pablo II: ¡No tengáis miedo!»