El consistorio al cual nos referimos oficialmente no existe, se trata de una información de prensa, el Vaticano no ha confirmado la convocatoria y quién sabe cuándo lo hará.
Artículo de L'Espresso, Nov-27-2025. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Follow @SECRETUMMEUMLeón XIV prepara la “pax cardenalicia”
27 noviembre, 2025
Redacción
Lejos de la calma postjubilar, las aguas hierven en el Vaticano. El verdadero objetivo del Consistorio de enero no sería la diplomacia interna, sino algo mucho más ambicioso: cerrar la brecha que se ha profundizado en los últimos años entre los sectores progresista y conservador.
Lejos de la calma postjubilar: las aguas hierven en el Vaticano. Durante semanas, en los pasillos más resguardados del Palacio Apostólico, se ha estado trabajando en el Consistorio del 7 y 8 de enero de 2026. Una cumbre mundial de cardenales, no solo para debatir nombramientos y directrices pastorales, sino para intentar lo que muchos, con realismo romano, definen «la madre de todas las pacificaciones». Porque el verdadero objetivo, hasta donde estamos en grado de revelar, no es la diplomacia interna, sino algo mucho más ambicioso: cerrar la brecha que se ha profundizado en los últimos años entre las facciones progresista y conservadora, dos mundos que —según una fuente de la Secretaría de Estado— «ya no se hablan más sino por medio de comunicaciones oficiales». O mediante filtraciones de noticias sabiamenmente orquestadas.
Las fricciones que estallaron bajo el papa Francisco (pero que probablemente fueron la base de la renuncia del papa Ratzinger) nunca han remitido del todo, y León, consciente de que el Jubileo simplemente congeló las tensiones, quiere afrontarlas directamente. De una vez por todas. La historia tras bambalinas más jugosa proviene de un monseñor que visita regularmente la Casa Santa Marta: León XIV habría confiado que quería reunir a todos sentados en la misma mesa, sin intérpretes ni segundas intenciones. Traducido: hacer sentar a los cardenales más progresistas y a los guardianes de la tradición, obligándolos a una discusión verdadera, lejos de las cámaras y de las guerras libradas a golpe de “consejas” de la prensa.
Se rumorea que al menos tres cardenales de peso —uno europeo, uno latinoamericano y uno africano— ya han manifestado su disposición a apoyar al pontífice en la misión de «restaurar la calma». Pero otros, especialmente en el área conservadora, han recibido la idea con frialdad: «Un consistorio como este arriesga convertirse en un juicio al pasado», dice un purpurado cercano al ala más rigorista. En el Vaticano, sin embargo, hay quienes aseguran que León ya ha tomado una decisión y que el período postjubileo será todo menos plácido. «El Papa quiere pasar página», susurra una fuente curial. «Y esta vez, nadie podrá quedarse mirando en la tribuna».
