Monday, May 27, 2024

A ocho meses de haberse posesionado, aceptada renuncia de arzobispo de la Plata, Argentina

En el caso de Argentina, su tierra natal, Francisco parece tener su propia “cultura del descarte” episcopal, porque hoy nos han informado que el arzobispo de la Plata renunció y la renuncia fue aceptada.

Dice el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, May-27-2024.

Renuncia del arzobispo metropolitano de La Plata (Argentina)

El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis metropolitana de La Plata (Argentina), presentada por Su Excelencia Reverendísima Monseñor Gabriel Antonio Mestre.

Nombrado el pasado Jul-28-2023, Mestre se posesinó en Sep-16-2023, con lo que apenas cumplió ocho meses en el encargo.

Al momento de componer esta entrada la agencia de noticias de los obispos de Argentina, Aica, todavía no reseñaba la renuncia. En estos casos lo que suele suceder es que localmente la nunciatura no solamente avisa de la aceptación de la renuncia, sino que además anuncia quién va a ser el administrador apostólico mientras eligen el reemplazo, pero ello todavía no ha sucedido.

Esta circunstancia se suma a la anterior parecida en Mar del Plata, donde entre finales de 2023 y comienzos de 2024 se registraron rápidas sucesiones. Entre otras, Mestre justamente proviene de aquella circunscripción. Total, a los 55 años y un tanto más, este obispo ha quedado convertido en emérito.


Actualización May-27-2024 (13:40 UTC): Aica, la agencia de noticias de los obispos argentinos, publica un carta con fecha de hoy que ha dirigido Mestre a los fieles de La Plata. No renunció, lo renunciaron.

La Plata, lunes 27 de mayo de 2024
Memoria Libre de San Agustín, Arzobispo de Canterbury

Queridas hermanas y queridos hermanos de la Arquidiócesis de La Plata:

"Soy un hombre de labios impuros, y habito en medio de un pueblo de labios impuros" (Is 6,5). Con esta frase del profeta Isaías iniciaba mis palabras de agradecimiento en el día de mi ordenación episcopal en Mar del Plata en 2017. Hoy la repito, una vez más, consciente de mi debilidad y la debilidad humana de la bella Iglesia que es mi casa y mi familia. Iglesia Santa por el Ministerio de la Trinidad, Iglesia pecadora por la fragilidad de las personas que formamos parte de ella.

Días atrás, la Santa Sede me convocó en Roma a dialogar sobre algunos aspectos de la Diócesis de Mar del Plata luego de mi traslado a la Arquidiócesis de La Plata al ser designado arzobispo metropolitano por el Papa Francisco.

En la Ciudad Eterna, después de confrontar algunas percepciones distintas con lo acontecido en la Diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023 hasta la actualidad, el Papa Francisco me pidió la renuncia a la sede platense. Con profunda paz y total rectitud de conciencia ante Dios por cómo obré, confiando en que la Verdad nos hace libres (cf. Jn 8,32), y con obediencia filial y teologal al Santo Padre, inmediatamente redacté mi renuncia, que fue aceptada y hecha pública el día de hoy.

Querida comunidad de la Arquidiócesis de La Plata:

Hoy dejo de ser el pastor de ustedes. Quiero decirles que he sido muy feliz estos ocho meses y medio y por eso se los agradezco de corazón. He disfrutado de cada encuentro con los laicos y laicas de todas las edades, con los consagrados y consagradas, con los seminaristas, diáconos, presbíteros y obispos auxiliares. ¡Gracias por hacerme sentir en casa! ¡Gracias por los gestos de delicadeza y amabilidad en cada una de las visitas! ¡Gracias por invitarme a ser parte de sus vidas! Realmente pude experimentar la diversidad y profundidad de la fe en Dios de muchos de ustedes, fe comprometida que me edificó y enriqueció más de una vez.

Me duele partir, me duele dejarlos como pastor de esta Iglesia Particular que peregrina en La Plata, pero estoy seguro de que Dios tiene planes mucho mejores que hoy no puedo terminar de descifrar. ¡Confío en el Señor porque Cristo es nuestra paz (Ef 2,14)! Los llevaré siempre en mi corazón, rezaré por ustedes y los confio a la protección de la Bienaventurada Virgen María y la intercesión de la Beata Ludovica y el Beato Eduardo Pironio, para que puedan preparar esta nueva etapa en la espera del nuevo pastor que el Señor les regalará a través del querido Papa Francisco.

Los abrazo fuerte en Jesús el Buen Pastor, con el afecto y el cariño de siempre.

+ Mons. Gabriel Mestre