Eso de “anécdota” lo escribimos no sin cierta reserva, porque en una ocasión, precisamente en el mismo escenario actual, Francisco contó otra de ellas sobre una señora a quien saludó al final de una de las audiencias generales afirmando que ella le pidió una bendición para su perrito tratándolo de “hijo”, cosa que en teoria lo sacó de paciencia regañando a la señora, de paso exasperando a los animalistas, pero a los pocos días salió la directamente aludida a contar cómo en realidad había ocurrido todo, negando que le hubiera pedido a Francisco una bendición para su mascota y menos que la hubiera tratado de “hijo”.
Y el escenario ha sido la cuarta edición de los “Estados generales de la natalidad”, May-10-2024, donde Francisco se ha hecho presente por segundo año consecutivo pronunciando un discurso al final del cual ha dicho (nuestra traducción).
Follow @SECRETUMMEUMQueridos amigos, os agradezco lo que haceis, gracias a todos vosotros. Gracias por tu coraje. Estoy cerca de vosotros y os acompaño con mi oración. Y por favor, os pido no olvidar orar por mí. ¡Pero orad a favor, no en contra! Gracias.
Digo “a favor y no en contra” porque una vez estaba terminando una audiencia y a veinte metros había una señora, una viejita, de ojos bellísimos. Empezó a decir: “¡Ven, ven!”. Simpatica. Me acerqué: “Señora, ¿cómo se llama?” – me dijo el nombre – “¿Y cuántos años tiene?” – “87” – “¿Pero qué hace, qué come para estar tan fuerte?” – “Como raviolis, los hago yo misma”. Y me dio la receta de los raviolis. Y luego le dije: “Señora, por favor ore por mí” – “Lo hago esto todos los días”. Y yo en broma le dije: “¡Pero ore a favor, no en contra!”. Y la viejita, sonriendo, me dice: “¡Cuidado, padre! En contra oran allí dentro”. ¡Astuta! Un poco anticlerical. Y por favor: a favor, no en contra, a favor.