Artículo de Il Messaggero, Sep-02-2024.
El Obispo de Brindisi Ignora la Recomendación del Papa Francisco sobre la Duración de las Homilías
Franca Giansoldati
lunes 2 septiembre 2024
Y pensar que el Papa Francisco se habrá recomendado decenas de veces a sacerdotes, obispos y cardenales a mantener cortas las homilías «de lo contrario la gente se duerme», estableciendo incluso un límite máximo de ocho minutos. Sin embargo, el obispo de Brindisi, monseñor Giovanni Intini, en la noche del sábado 31 de agosto, después de la solemne procesión en el mar de las estatuas de los santos patronos, San Teodoro D’Amasea y San Lorenzo, parece que se dejó llevar con un mensaje articulado a la ciudad de más de 20 mil caracteres, yendo mucho más allá del límite sugerido por el pontífice, al punto que durante la lectura un par de personas entre la multitud comenzaron a gritar de manera escandalosa: «¡Basta, basta!».
El contenido de la homilía
En el erudito texto, el obispo reflexionaba sobre el concepto de pertenencia, citaba amplios pasajes de encíclicas y otros documentos del magisterio, recordaba incluso a Giorgio Gaber en la «Canción de la pertenencia» sugiriendo la necesidad de redescubrir la belleza de la compartición, de humanidad, de espacios, de tiempos, de proyectos, de sueños para trazar una visión compartida y sostenible para todos, naturalmente orientada al futuro. Finalmente, desarrollaba la reflexión sobre el post Covid y la desesperada necesidad de fraternidad, citando amplios extractos de la Fratelli tutti, la otra encíclica citada por el prelado, quien, ajeno a los minutos que pasaban en una noche particularmente calurosa y sofocante, provocó la irritación de algunos que entre la multitud comenzaron a gritar de manera grosera. El último pasaje de la kilométrica homilía se refería a «la esperanza de que los focos de ilegalidad en el inframundo de nuestra ciudad puedan ser definitivamente erradicados».
Follow @SECRETUMMEUMLa protesta
No se sabe bien si las protestas comenzaron con la lectura de esta frase o solo porque efectivamente el texto preparado para la ocasión era particularmente redundante. El hecho es que el obispo, que también anoche durante la misa dominical debería haber hablado, esta vez al micrófono dejó helados a los presentes y con una pizca de sarcasmo anunció que se quedaría callado: «Para no cansarles también a ustedes esta noche como cansé a los oyentes de anoche, y no quisiera que alguien más gritara basta, he pensado esta noche en callar. Acojamos en el silencio la palabra de Dios que ha sido sembrada en nuestros corazones».
El caso político
Mientras tanto, la cuestión en Brindisi ha derivado en una disputa política. El secretario del Partido Demócrata local expresó gran solidaridad con el obispo. «La amargura y la decepción del arzobispo son sentimientos que comparten la mayoría de los ciudadanos, no solo los creyentes. La vergonzosa e inútil intolerancia manifestada por un puñado de ciudadanos irrespetuosos y maleducados en un momento, esperado todo un año, en el que se celebra la tradicional homilía en honor a San Lorenzo y San Teodoro representa una grave mancha en las festividades».