Una de las formas de autopromoverse por allá en los vértices de la Iglesia es la de dejarse entrevistar y hablar de lo que sea, no importa, lo que sí importa es cobrar vigencia; en los momentos actuales concretos más ahora que se presume en cualquier momento nos avisan que tendremos flamantes nuevos cardenales. A ese respecto, recientemente nosotros expresamos nuestras reservas sobre alguno de los candidatos el cual tememos sea llamado a la dignidad.
Y como nosotros estamos matriculados en la escuela aquella de piensa mal y acertarás, se dio hoy la circunstancia que precisamente a ese específico candidato le publican una entrevista de página completa en Corriere Della Sera. Es más, en el curso del publirreportaje de la entrevista le preguntan justamente sobre la posibilidad de ser cardenal (nuestra traducción).
¿La ambición de convertirse en cardenal Usted la tiene, don Vincenzo?
«El Papa Wojtyla ya quería nombrarme obispo cuando tenía 40 años. Me convertí en uno a los 55, y felizmente, para conservarvar mi libertad...».
¿Pero ser cardenal hoy le agradaría?
«Siempre pero teniendo en cuenta mi edad (80 años el año que viene, ndr) y la creencia de que ningún cargo vale la libertad...».
Lo que para nosotros debería haber sido una respuesta del estilo “no quiero ser cardenal y si me lo ofrecieran lo rechazaría fulminantemente”, en el caso de este entrevistado se ha convertido en un conspicuo despliegue de falsa humildad.
Así que ya lo saben, especialmente aquel que tenga la capacidad de convertirlo en cardenal, Paglia aceptaría forzadamente el cardenalato, pero eso sí, con casi insalvables condiciones (insertar risas aquí).