Hablamos del P. Hans Zollner, S.I., antigüo miembro de la Pontificia Comisión Para La Protección De Menores, recibido hoy en audiencia por el Papa León XIV. Zollner, ya antes de renunciar a esa comisión comenzaba a mostrarse crítico de ella, y una vez la abandono insistía en un cambio en sus estructuras. Del P. Zollner llegamos a pensar en un momento determinado, vista la notoriedad que alcanzó, que iba a ser el sucesor del cardenal Seán Patrick O’Malley, el anterior presidente, pero no, se fue un tanto —o un mucho— desencantado de esa comisión. Si es que el P. Zollner continúa con sus reservas respecto a cómo funciona la Comisión Para La Protección De Menores, es de inferir que durante la audiencia de hoy hubiera aprovechado para expresarlas al Papa.
Muy coincidencialmente, aparece hoy una entrevista de agencia EFE con el actual secretario de la Comisión Para La Protección De Menores, Mons. Luis Manuel Alí Herrera.
Follow @SECRETUMMEUMCiudad del Vaticano, 12 dic (EFE).- El secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el obispo colombiano Luis Manuel Alí Herrera, reconoce que las víctimas de abusos por parte del clero se quejan de «falta de celeridad», según afirmó en una entrevista a EFE, en la que asegura que se siguen de cerca casos como los del obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, para conocer las fallas que hubo en el proceso.
La Comisión que instituyó el papa Francisco en 2014 acaba de presentar su segundo informe anual sobre la actuación de la Iglesia Católica en la protección de menores, basado en la información que recaban de las conferencias episcopales y en los testimonios de las víctimas que han escuchado: Alí dice que se han dado pasos adelante.
Se ha avanzando, indica, en la «inclusión de las víctimas» y en su escucha sobre qué «debe hacerse en la Iglesia, en todo lo que es la prevención y la reparación».
Pero también explicó que en este segundo informe se vuelve a constatar, una vez más, «que todos estos esfuerzos de prevención en la Iglesia todavía son procesos que no son sistémicos, que no son uniformes, hay unas iglesias locales que llevan años de experiencia, otras están comenzando y otras todavía se resisten».
«Esto nos invita a trabajar cada vez más para que la prevención, para que la tutela realmente tenga un puesto privilegiado en todas las agendas evangelizadoras de las iglesias locales», afirma.
Aunque el obispo colombiano -que también es psicólogo y lleva diez años en la comisión y un año y medio como secretario del organismo- lamenta: «A veces constatamos que en algunas regiones esto sigue siendo como un tema de segundo nivel y no una prioridad».
Alí afirma que en algunas iglesias locales «todavía falta toda esta atención a las víctimas. Una atención empática, una atención que amplíe todo ese proceso de que la víctima se sienta realmente acogida en los procesos de prevención y en su propia reparación integral».
Subraya que, en algunas diócesis, «todavía falta afinar todos esos procesos de recepción de denuncias» y considera que haría falta que trabajen entre ellas porque «hay diócesis que están haciendo un trabajo muy interesante, pero otras que todavía les falta mucho».
Aunque prefiere no entrar en detalles, ante la noticia de la investigación del obispo de Cádiz por abuso a un menor en los años 90 cuando dirigía el Seminario de Getafe (Madrid) explica que este tipo de casos se siguen «con mucha atención porque lo que interesa es saber dónde hubo alguna falla sistémica, dónde hubo alguna falla en los procesos».
Porque «una de las quejas también que hemos recibido de las víctimas, es la falta de celeridad», admite.
«Hay veces en que los procesos se hacen, pero con tiempos que no responden a la urgencia de una herida, a la urgencia de un dolor. Porque las lágrimas no esperan y por eso es necesario atención», lamenta Alí, quien destaca la necesidad de mejorar los procesos en agilidad, transparencia y comunicación.
Respecto a la situación en Latinoamérica, reconoce que por el momento faltan datos, ya que la información que reciben se hace durante la visitas ‘ad limina’, la que hacen las conferencias episcopales de los países cada 5 años al papa. En 2025 no ha habido muchas, pero en 2026 se espera que los obispos de 14 países visiten a León XIV: entonces se podrá hacer una buena panorámica en el próximo informe.
A propósito del nuevo pontífice, este obispo colombiano asegura que León XIV, «con una formación canónica y una sensibilidad por todo su trabajo como superior de los agustinos y luego como prefecto de los obispos, entiende también que es necesario perfeccionar esos procesos jurídicos y en esos procesos canónicos».
«Y sí. Vemos que él está muy interesado y muy comprometido en estos temas y en estas dinámicas», asegura.
Destaca que se ha reunido con la comisión ya tres veces y ha recibido a grupos de víctimas. «El papa, por supuesto que desearía recibir a muchos más, pero recibir a una víctima, escucharla empáticamente como decimos nosotros, es un proceso que necesita su tiempo. No podemos escuchar una víctima en 15 minutos. Y fíjense que el encuentro con los belgas fueron de 3 horas», afirmó.