Tuesday, December 16, 2025

Carta «Natalicia» De León A Los Cardenales

Evidentemente no es noticia que un Papa envíe sus augurios navideños a los cardenales, en este caso lo novedoso es lo que contiene una carta que León le escribe a los cardenales en las festividades natalicias, relacionado con aquel consistorio extraordinario convocado para el 7 y 8 de Enero, 2026, del cual se conoce su existencia pero oficialmente nadie sale a confirmar.

Este es un artículo de Il Giornale, Dic-16-2025. Traducción de Secretum Meum Mihi (con adaptaciones).

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Los temas anticipados en una carta «natalicia». Al centro también la litugia eucaristica.

Nico Spuntoni

Roma
En estos últimos momentos de 2025, la espera en el Vaticano no terminará con el fin del periodo de Adviento. De hecho, una espera más «profana» es la del desarrollo del consistorio extraordinario del 7 y 8 de enero querido por León XIV.

Los cardenales recibieron la convocatoria el pasado 7 de noviembre del decano Giovanni Battista Re y el Papa los espera para la tarde del primer miércoles del año y de nuevo a la mañana siguiente para la concelebración en el Altar de la Cátedra de San Pedro. La convocatoria de un consistorio extraordinario es prerrogativa del Pontífice y, como establece el Código de Derecho Canónico, se produce «cuando lo aconsejan especiales necesidades de la Iglesia o la gravedad de los asuntos que han de tratarse». Lo sorprendente de esta convocatoria fue la ausencia de alguna motivación, una anomalía en comparación con el pasado. Sin embargo, podemos anticipar que una carta «natalicia» del Papa llegará a los buzones de todos los cardenales en las próximas horas, detallando la agenda del esperado Consistorio. León XIV, de hecho, ha tomado papel y pluma para escribir a sus hermanos, a quienes pretende restituir ese papel original como principales colaboradores en el gobierno de la Iglesia universal, fuertemente redimensionado durante los años del pontificado bergogliano. Se sabe que Francisco no amaba consultar con todos los cardenales, prefiriendo en cambio confiar en un restringido grupo de fidelísimos: el llamado C9, que posteriormente se ha convertido en el C6. En 2022, Bergoglio convocó una reunión de todos los cardenales en Roma sobre la Praedicate Evangelium, pero sin conceder mucho espacio para la discusión, también porque la constitución apostólica que reformaba la Curia ya había entrado en vigor casi tres meses antes.

El escaso involucramiento del sacro colegio fue uno de los factores más criticados del legado de Bergoglio durante las congregaciones precónclave. Prevost demostró consciente y, dos días después de su elección, durante su primera conversación con los cardenales, expresó su intención de reunirse periódicamente con ellos, poniendo así fin a un período de declive objetivo del colegio cardenalicio. Superada la primera mitad de año de su pontificado, León XIV decidió concretar esa promesa y pidió a los cardenales que se prepararan para la cita del 7 y 8 de enero de 2026 releyendo dos textos de Francisco: Evangelii Gaudium y Praedicate Evangelium. Son «tareas» que, por un lado, invitan a reflexionar sobre la perspectiva de la Iglesia y, por otro, vuelven a poner en primer plano la relación entre la Curia Romana y la gestión del poder. En su carta, León XIV también menciona la sinodalidad, que fue una especie de manifiesto del pontificado bergogliano, pero que el actual Pontífice interpreta a su manera. Para Prevost, de hecho, el resultado de la sinodalidad es la comunión. En esta última clave se lee también el último de los temas de la carta que delinea la agenda del próximo Consistorio: la cuestión litúrgica. Sabemos que la liturgia se ha convertido, especialmente desde la promulgación de Traditionis custodes en 2021, en el principal campo de batalla entre las diferentes sensibilidades eclesiales. El Consistorio de enero podría, por tanto, ser una oportunidad para que los cardenales debatan su postura ante el creciente número de fieles «tradicionalistas» que reconocen el Concilio Vaticano II pero desean seguir celebrando la llamada Misa Tridentina.