Este es un artículo de Il Messaggero, Sep-01-2024.
El caso de las acusaciones de abuso sexual contra el Padre Thomas Rosica
Franca Giansoldati
domingo 1 septiembre 2024
El caso, en estos días de vacaciones, ha pasado prácticamente desapercibido en Italia, aunque en Estados Unidos y Canadá está causando gran controversia y suscitando un enorme clamor. El Padre Thomas Rosica, una figura muy conocida en el ámbito del Vaticano por haber trabajado en 2002 en la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto y posteriormente como portavoz de lengua inglesa de la sala de prensa vaticana durante los sínodos de los obispos que se celebraron en el Vaticano bajo el reinado de Benedicto XVI y posteriormente de Francisco (2008, 2012, 2014, 2015 y 2018), ha sido acusado de abusos sexuales por un joven sacerdote que ha presentado una denuncia en Canadá, donde reside Rosica, relatando hechos ocurridos hace 20 años. La acusación ha sido rechazada por Rosica, quien niega haber tenido relaciones personales estrechas y haber tenido conductas inapropiadas. Ahora será un tribunal civil el que lo establezca, aunque el excolaborador de la curia sostiene que este caso debería ser tratado por un tribunal canónico y no uno civil. «Esta cuestión debe ser regulada por los códigos de derecho canónico», dijo al portal católico The Pillar, que fue el primero en difundir la noticia.
La diócesis de Toronto, desde el pasado marzo, es decir, desde que la presunta víctima (un joven sacerdote ordenado en los años noventa) presentó una demanda, ha suspendido a Rosica de todas sus funciones a la espera de entender la evolución del caso. La víctima relata que fue invitado a colaborar en la Jornada Mundial de la Juventud en 2002. En ese momento, Rosica era capellán de los estudiantes católicos en la universidad de Toronto. El joven sacerdote inicialmente quedó impresionado por la influencia, las conexiones y el reconocimiento internacional de Rosica, sintiéndose atraído por él. Así, los dos hombres habrían desarrollado una «estrecha relación personal», y la víctima también habla de un «contacto físico no deseado», incluidos largos abrazos y tocamientos en el cuerpo, los genitales y los brazos.
El caso Rosica, debido a su notoriedad, ha sido objeto de gran discreción por parte de la diócesis de Toronto, que ya conocía el caso desde la primavera. Varios medios de comunicación estadounidenses y canadienses han intentado obtener un comentario del arzobispo Francis Leo, pero sin mucho éxito. Mientras tanto, Rosica se ha retirado a una casa para sacerdotes jubilados a la espera de que la justicia siga su curso. Mientras tanto, los jesuitas canadienses han emitido un comunicado afirmando que lo han suspendido de todos sus cargos, ya que Rosica dirigía retiros espirituales en algunos centros de la Compañía de Jesús. Este religioso de nacionalidad brasileña, políglota, biblista, periodista, director y fundador de la televisión católica canadiense Sel et Lumiere, en el pasado se vio envuelto en otro problema legal, esta vez por haber copiado de otras fuentes, sin citaciones, algunos de sus discursos. Esto le costó el cargo y algunos puestos en un par de universidades estadounidenses.
La anterior información se refiere a un comunicado emitido por los jesuitas en Canadá avisando que han suspendido a Rosica de los retiros que tenían programados, sin embargo, ese comunicado solamente es citado en un artículo de LifeSiteNews, Ago-29-2024, y por ningún otro medio.
Por otra parte, pero también en referencia con esos retiros, varios de los enlaces a los sitios de los jesuitas en Canadá en donde aparecía información sobre ellos, incluso de retiros ya ocurridos, ahora estan rotos y no conducen a ninguna parte. Ejemplos: 1, 2, 3.
Respecto a Mons. Ronald Fabbro, obispo de London, Ontario, Canadá, que es la jurisdicción en donde está la denuncia, el asunto encuentra el obstáculo de que él también es basiliano, o sea, la misma congregación de Rosica, y fue su superior cinco años antes de ser obispo. Los presuntos abusos se produjeron precisamente cuando Fabbro ejercía como superior de Rosica, año 2000. En un artículo de The Pillar referido a la actitud de este obispo se dice que está siendo investigado según las provisiones de la carta apostólica Vos estis lux mundi, que remite este tipo de casos al metropolitano, concretamente al de Toronto, Francis Leo, y “ahora está bajo consideración en el Dicasterio vaticano para los Obispos”, según fuentes próximas al caso no especificadas por The Pillar.
