Esta es la versión en español de un artículo aparecido previamente en inglés en The New York Times, Jul-10-2024.
Follow @SECRETUMMEUMLos nuevos sacerdotes católicos en Estados Unidos: jóvenes, seguros y conservadores
• En una época de profundas divisiones en la Iglesia, los sacerdotes recién ordenados se inclinan abrumadoramente hacia la derecha en su teología, prácticas y política.
RUTH GRAHAM
THE NEW YORK TIMES
ST. FRANCIS, Wisconsin — Una soleada tarde de mayo, Zachary Galante estaba sentado en una sala de conferencias en el seminario de San Francisco de Sales con muchos otros jóvenes, con quienes hablaba de lo que significaba para ellos optar por convertirse en sacerdotes católicos en el año 2024.
A la mañana siguiente, esos jóvenes prometerían obediencia y guardar el celibato toda su vida, y era palpable su entusiasmo por ese futuro.
“Es una vida hermosa”, comentó el diácono Galante, que pronto se convertiría en el padre Galante.
En otra época, la Iglesia “como que se disculpaba por ser católica”, afirmó más adelante en la conversación.
Tanto él como los otros nuevos sacerdotes concordaron en que su llamado tiene otro objetivo: promover la fe católica, incluso las partes que podrían parecer fuera de lugar en un mundo cada vez más hostil. “La Iglesia es católica, así que debemos anunciar ese mensaje con gozo”, señaló.
En una era de profundas divisiones en la Iglesia católica de Estados Unidos y penas constantes por las revelaciones continuas de abuso sexual cometido por sacerdotes a lo largo de varias décadas, los hombres que se convierten en sacerdotes están cada vez más unidos: son una mayoría abrumadora de postura conservadora en teología, gustos litúrgicos y política.
Los sacerdotes que se han ordenado desde 2010 “son, sin duda, la cohorte más conservadora de sacerdotes que hemos visto en mucho tiempo”, aseveró Brad Vermurlen, profesor adjunto de Sociología en la Universidad de St. Thomas en Houston, quien se ha dedicado a estudiar el giro hacia la derecha del sacerdocio en Estados Unidos.
Algunas encuestas que les dan seguimiento a las opiniones de los sacerdotes han revelado que, a partir de los años ochenta, es notorio que cada oleada nueva de sacerdotes en Estados Unidos ha sido más conservadora que la anterior, indicó Vermurlen.
Este análisis, que realizó con colegas, mostró que los sacerdotes más nuevos tenían una postura significativamente más conservadora que sus mayores en temas como si la conducta homosexual siempre es pecado y si las mujeres deberían poder convertirse en diáconos y sacerdotes, por ejemplo.
Más del 80 por ciento de los sacerdotes ordenados desde 2020 se describen como “conservadores/ortodoxos” en su teología o “muy conservadores/ortodoxos”, según una encuesta representativa de todo el país en la que participaron 3500 sacerdotes y que publicó la iniciativa The Catholic Project de la Universidad Católica de América.
Los sacerdotes nacidos en el extranjero que se encuentran ahora en Estados Unidos, una presencia significativa ahora que la tasa de ordenaciones se mantiene por debajo del nivel de remplazo, son menos conservadores en su teología que sus pares nacidos en Estados Unidos. Sin embargo, ni uno solo de los sacerdotes encuestados ordenados después de 2020 se describió como “muy progresista”.
En la política, la tendencia es similar: casi todos los sacerdotes ordenados a partir de 2020 se describen como moderados o conservadores.
Se trata de un contraste marcado con los sacerdotes ordenados en los años sesenta, pues alrededor de la mitad de ellos se describen como personas de ideología política liberal, e incluso una proporción mayor como de teología progresista.
En otras palabras, en futuro próximo, el sacerdote católico liberal, en esencia, podría quedar extinto en Estados Unidos.
El giro hacia un conservadurismo más uniforme coloca a las siguientes generaciones de sacerdotes en una postura cada vez más en desacuerdo con la cultura seglar, que en general se ha desplazado hacia la izquierda en temas de género, sexualidad, asuntos reproductivos y los roles de la mujer.
La propia población católica en Estados Unidos ha tenido una postura política diversa a lo largo de la historia, y los feligreses que llenan las bancas no siempre están de acuerdo con lo que enseña la Iglesia en relación con el aborto, los métodos anticonceptivos y el significado de la Eucaristía, por ejemplo.
Este cambio en las actitudes transformará la vida en las parroquias, donde los sacerdotes se encargan de seleccionar el tema de la homilía y tomar decisiones como si las niñas pueden ser monaguillos y los laicos pueden ayudar a distribuir las hostias. También influirá en los distintos niveles de liderazgo de la Iglesia estadounidense, que ya tiene reputación de conservadora en todo el mundo, así como en el antagonismo con el tono más pastoral del papa Francisco en cuanto al liderazgo.
Esa brecha se irá engrosando conforme los obispos actuales se retiren y mueran.
La tendencia refleja en parte cambios culturales más extensos, como el hecho de que los liberales son cada vez más terrenales y tienen menos hijos, explicó Michael Sean Winters, columnista del periódico de izquierda National Catholic Reporter.
En la actualidad, “hay menos liberales en las bancas con familias numerosas”, señaló, y añadió que los padres con más hijos por lo regular han estado más dispuestos a ofrecerle uno de ellos a la Iglesia.
Winters, que estuvo en el seminario unos cuantos años en la década de 1980 y luego decidió no ordenarse, comentó que le preocupa que algunos sacerdotes conservadores adopten una visión demasiado nostálgica de la historia e imaginen una era de oro en que la mayoría de las personas respetaban y obedecían las enseñanzas de la Iglesia.
Pero le consuela el hecho de que la mayoría de las responsabilidades del sacerdote en una parroquia no se definen por su ideología.
“Las tareas diarias de enterrar a los muertos, bautizar a los pequeños y preparar a las parejas para el matrimonio… en realidad, no hay una manera de izquierda o derecha de hacer eso”, indicó.
Muchos sacerdotes jóvenes consideran que la percepción moral y política ha experimentado un cambio drástico, incluso según sus propios recuerdos.
David Sweeney, de 31 años, que se ordenó junto con Galante, recordó que apenas durante su primer año de estudios universitarios el presidente Barack Obama expresó por primera vez su apoyo al matrimonio de personas del mismo sexo.
Hoy en día, la idea de que el demócrata de mayor rango en el país no comparta esa perspectiva es casi inimaginable.
“Se trata de un principio central de nuestra fe que en nuestra cultura ha cambiado drásticamente en los últimos 12 años”, señaló Sweeney.
“Si decimos que creemos en la verdad eterna, algo que es inmutable, y el mundo cambia, entonces supongo que yo he cambiado en mi relación con el mundo”.
Galante añadió:
“Tal vez somos más conservadores ahora porque la cultura se desplazó, no porque nosotros lo hayamos hecho”.
Galante y Sweeney fueron dos de los nueve sacerdotes listos para la ordenación en la arquidiócesis de Milwaukee, el grupo más grande en esa región eclesiástica en más de 30 años.
“En la actualidad, los jóvenes desean el sacrificio, desean hacer algo grandioso con su vida”, afirmó Luke Strand, antiguo director de vocaciones para la arquidiócesis de Milwaukee. Strand, de 43 años, es el rector del seminario de San Francisco de Sales, que en los últimos tres años ha preparado a 35 hombres para la ordenación, 20 de ellos para la arquidiócesis de Milwaukee.
Dos de sus hermanos carnales también son sacerdotes.
San Francisco de Sales se ha convertido en un lugar en el que los jóvenes experimentan “un profundo sentido de fraternidad”, dijo Strand. Los sábados por la noche, los jóvenes ven deportes juntos, juegan basket el gimnasio o bowling en la pequeña bolera del seminario.
Los videos promocionales para el seminario presentan a los estudiantes como si fueran contrataciones para un equipo de futbol.
“Entonces se vuelve muy atractivo para un joven preguntarse: ‘Será que tengo un llamado para esto?’”, señaló.
“Aquí hay muchos tipos normales”.