Mons. Fernando Arêas Rifan ha hecho una breve relación de la audiencia con el Papa León XIV que le fue concedida el pasado Sábado. Traducción de Secretum Meum Mihi.
El día 15/11/2025 fui recibido en audiencia particular por el Papa León XIV en la Biblioteca del Palacio Apostólico. La audiencia duró 30 minutos. Además de presentarme como Obispo de la Administración Apostólica Personal de São João Maria Vianne, la cual seguramente solo tenía conocimiento por informes, le expliqué su origen y la razón por la cual fue creada por el Papa San Juan Pablo II en 2002. Le conté nuestra historia y le entregué documentos nuestros y de la Santa Sede al respecto. También le dí algunos libros míos, artículos y aclaraciones. Le hablé de nuestro itinerario teológico y espiritual, sobre cómo superamos un estado de separación de la Iglesia y de cómo llegamos a la comprensión de la necesidad de la comunión, en la cual ahora, gracias a Dios y a la Iglesia, nos encontramos.
Le expresé nuestra comunión y firme adhesión a la Cátedra de Pedro, en su persona.
Me formuló varias preguntas sobre nuestra posición, las cuales respondí correctamente, dejándolo muy satisfecho.
Él percibió que somos bastante diferentes de otros grupos radicales y cismáticos.
Le recordé las palabras de San Agustín: “Fuera de la Iglesia se pueden tener muchas cosas buenas; se puede cantar Aleluya, Amén, hacer la señal de la cruz, etc… Pero fuera de la Iglesia no hay salvación”.
Le mostré cómo estamos en comunión con nuestro Obispo diocesano y con los demás Obispos católicos.
Le expliqué cómo funciona nuestro seminario y nuestro proceso de selección vocacional.
Le expliqué que también servimos a otras once diócesis con el permiso o a petición de los Obispos locales.
Por lo tanto, le hablé de la necesidad de continuar con nuestra Administración Apostólica por el bien de la Iglesia.
Le dije que ya había presentado mi carta de renuncia, debido a mi edad de 75 años y la necesidad de que sigamos teniendo un obispo.
Claro que la respuesta de él llegará por los cauces oficiales, después de las consultas habituales.
Quedé muy satisfecho con esta cordial y auspiciosa visita, demostrando nuestra adhesión y comunión con la Cátedra de Pedro en su persona.
Al final, cité y recitamos juntos la oración: Dominus conservet eum … et non tradat eum in manibus inimicorum eius.
Respecto a mi renuncia, no me considero necesario ni insustituible, nadie lo es, como siempre he enseñado.
Claro que no pedí nada, además de su bendición. Hago mía la oración de San Martín: “Señor, si aún soy necesario para tu pueblo, no rechazo el trabajo”.
Pero estos trámites demoran un poco. El Papa no da una respuesta inmediata. Primero realiza muchas consultas.
Repetí a él su frase, pronunciada cuando era cardenal durante el Cónclave: “Estamos en manos del Espíritu Santo y de la Iglesia”.
Recemos para que el Papa haga lo que es mejor para el futuro de nuestra Administración Apostólica, para el bien de la Iglesia y para la gloria de Dios.
Follow @SECRETUMMEUMNuestra Señora, Madre de la Iglesia, siempre nos protegerá.
¡Dios provee, Dios proveerá! Su misericordia nunca faltará.
