Lo reconocimos recientemente y lo volvemos a hacer, los de la oficina de prensa de Casa Santa Marta (que no es la misma oficial de la Santa Sede, conocida y a la luz de todos) son bastante sagaces, han hecho una tremenda maniobra publicitaria para revertir el asunto ese de la “mariconería” de Francisco (aquí y aquí) en forma bastante eficiente. Han agarrado un caso mediático de un homosexual presuntamente con vocación sacerdotal y expulsado, ventilado en días pasados en Il Messaggero, y han hecho que Francisco le responda de propio puño y letra a sabiendas que la respuesta iba a ser publicada por el destinatario, como en efecto ha sucedido.
Como era apenas evidente, en el mismo periódico se reseña la respuesta de Francisco, Jun-02-2024. Traducción de Secretum Meum Mihi (con adaptaciones).
Follow @SECRETUMMEUM«Querido “una de las muchas semillas de la viña del Señor”... Jesús llama a todos, sigue adelante con tu vocación». El Papa responde, de su propia mano como le gusta hacerlo, con la empatía que reserva para quienes piden ayuda y palabras que abren rayos de esperanza. Y lo hace después de la metedura de pata, la infortunada salida pronunciada en una reunión a puertas cerradas en el Vaticano y filtrada desde allí, aquel «ya hay demasiada mariconería», dicho a los obispos mientras se abordaba la cuestión de la entrada de los homosexuales en el seminario. Lorenzo Michele Noè Caruso, de 22 años, como muchos otros, se había sentido amargado, decepcionado, desplazado. Se había reabierto una herida. «Fui excluido del seminario porque dije que era gay», relató a Il Messaggero. El 28 de mayo escribió un correo electrónico, tres páginas en las que abrió su corazón al Santo Padre, habló de su vida, de su fuerte vocación, de las puertas recibidas en la cara. El primero de junio la respuesta del Pontífice fue inesperada: «Muchas gracias por su correo electrónico —dice el Papa en la tarjeta manuscrita, escaneada y adjunta al correo electrónico—. Me llamó la atención una de tus expresiones: “Clericalismo tóxico y electivo”: ¡y es verdad! ¿Sabes que el clericalismo es una peste? es una fea “mundanidad”, y como dice un gran teólogo: “La mundanidad es lo peor que le puede pasar a la Iglesia, peor incluso que la época de los Papas concubinarios”. Jesús llama a todos, a todos. Algunos piensan que la iglesia es una aduana, y eso es feo. La Iglesia debe estar abierta a todos. Hermano, sigue adelante con tu vocación». Luego el saludo. «Rezo por ti, por favor hazlo por mí (lo necesito). Que el Señor te bendiga y Nuestra Señora te guarde. Fraternalmente, Francisco».
Lorenzo lo visualizó mientras estaba trabajando en Florencia, eran las 21.30 horas. «Recibí la notificación, entré en pánico. Me tomé un descanso de 5 minutos antes de empezar de nuevo... Escribe muy pequeño, no entendí algunas palabras. Pero qué hermosa respuesta la suya, deja claro quién es el verdadero Papa, no es eso que hicieron creer. Esta carta me da esperanza, ahora el seminario sigue siendo un sueño que no se ha dejado de lado. Me dijo, sigue con tu vocación, no “tranquilo, hay otros caminos”. Toda mi historia ha estado salpicada de estas respuestas, cuando un religioso descubría mi sexualidad, por mucho que hubiera apreciado mi persona y mi Fe hasta un minuto antes, respondía así: “hay muchas maneras de declinar una vocación”. De hecho me negaron la posibilidad de tener vocación sacerdotal». «Continúa», exorta el Papa Francisco. Su incitación recorrió asociaciones de gays católicos , párrocos de frontera y de padres de muchos homosexuales que luchan por sus hijos y por ser parte de la Iglesia. «Se ha corrido como el verbo —de nuevo Lorenzo, que estudia Historia en la Universidad de Florencia y trabaja como camarero por las noches— que nos ha animado. Se ve claramente el intento que hubo de desacreditarlo, arriconarlo por parte de las filas más tradicionalistas». Una salida que hizo mal, a la luz de los pasos concretos dados hacia la comunidad LGBT+, las bendiciones, los encuentros de los miércoles, cuando gracias a don Andrea Conocchia recibe para conversar a jóvenes trans o padres católicos de chicos homosexuales. «También aquí en Florencia las cosas han cambiado profundamente, muchos párrocos acogen y se ocupan de la marginalida. Y el obispo Giuseppe Betori ha decidido crear en la pastoral de la familia otra comisión para la pastoral LGBT».
Pero ¿qué escribió inmediatamente Lorenzo al Papa? «Espero que esta carta mía le haya llegado, con ella me gustaría llamar su atención sobre mi historia y la de muchos que, como yo, viven al margen de la Iglesia, a menudo obligados a esconderse por estar excluidos de comunidades, u obligados a pagar la sinceridad con el alto precio del rechazo». Le cuenta a Francisco su historia de fe, las llamadas del Señor al sacerdocio, su misión como catequista, el camino que inició para entrar en el seminario, su sueño roto, los rechazos, los actos de homofobia pero también los encuentros que siempre en la Iglesia le permitió de no perderse en la decepción. Su «fe viva y deseo de ser un siervo de Dios». La confianza en el camino sinodal en curso, «que sea un punto de inflexión para caminar juntos bajo la luz de Cristo, donde nadie sea descartado y todos son expresión del diseño de Dios para nuestra Iglesia», la petición «de revisar la circular que se ocupa de la prohibición de admisión de personas homosexuales al seminario» porque «muchos jóvenes se sienten perdidos en una Iglesia que a menudo parece ligada a un clericalismo tóxico y electivo, donde sólo algunos merecen ser acogidos y donde otros son excluidos por ser falsos cristianos». Su sueño: después de la universidad, entrar al seminario. Las palabras del Papa Francisco dejan abierto un atisbo de oportunidad; el desliz se ha revertido. El camino sigue siendo largo. «Una carta acogedora, inclusiva, verdaderamente bella. El Papa se confirma una persona muy humana», admite Innocenzo Pontillo, presidente de la Asociación “La Tenda di Gionata”.