Saturday, May 25, 2024

“Con las nuevas normas se facilita el trabajo de los obispos”. Entrevista con la Directora del Observatorio Internacional de Apariciones Marianas y Fenómenos Místicos

La entrevista es realizada por agencia SIR, May-25-2024. Traducción de Secretum Meum Mihi (con adaptaciones).

PAMI
Fenómenos sobrenaturales. Sor Del Gaudio: “Las nuevas normas son una ayuda para los obispos”

25 de mayo de 2024
M. MICHELA NICOLAIS


“Una ayuda para orientar mejor el camino de discernimiento de los obispos”. Así define sor Daniela Del Gaudio, directora del Observatorio sobre las apariciones y fenómenos místicos de Pami (Pontificia Academia Mariana Internationalis) y profesora de mariología en varias universidades pontificias, las nuevas Normas del Dicasterio para la doctrina de la fe sobre presuntos fenómenos sobrenaturales, recientemente emanadas. “La historia de las apariciones demuestra que la declaración de sobrenaturalidad ha sido daba en casos excepcionales”, recuerda la religiosa, que destaca el papel de “apoyo” al discernimiento ejercitado por la Pami y la necesidad de una relación más profunda y fructífera entre lo “extraordinario” de la peregrinación a los santuarios marianos, los más populares del mundo, y la pastoral ordinaria.

Sor Daniela, ¿cómo valora las nuevas normas recientemente emanadas del Dicasterio para la doctrina de la fe? ¿Qué cambia, y cómo, en la aproximación a los fenómenos sobrenaturales?

Creo que las nuevas normas son útiles para los obispos, sobre todo precisamente porque normas más detalladas les permiten orientar mejor el camino de discernimiento al cual los prelados están llamados a hacer, en comunión con el Dicasterio. Además, en un sentido más específico, esta elección de conceder el ‘nihil obstat’, en lugar de la declaración ‘de supernaturalitate’, valoriza el hecho de que tales fenómenos no se convierten en objeto de fe, es decir, no son obligatorios para los creyentes. Un error, esto último, que se ha registrado sobre todo en algunas partes del mundo: las nuevas normas, de hecho, se refieren a todo el panorama mundial y exigen a los obispos que aclaren este concepto. Cabe precisar, sin embargo, que todo esto no excluye el sobrenaturalidad: algunos fenómenos pueden requerir un estudio más profundo y detallado por su excepcionalidad. En otras palabras, las nuevas normas exigen una mayor seriedad para llegar, eventualmente y en casos excepcionales, a la declaración de sobrenaturalidad, sobre la cual corresponde luego pronunciarse al Santo Padre.

Con las nuevas normas se facilita el trabajo de los obispos y de las comisiones diocesanas, estableciendo que en primer lugar se debe proceder al nada obsta, es decir, a la constatación de que no existen elementos críticos o problemáticos en el fenómeno analizado. Luego, si se quiere, se puede proceder posteriormente y conceder la posibilidad pastoral de ejercitar el culto.

Con las nuevas normas, el discernimiento corresponde a los obispos en diálogo con el Dicasterio. Vuestro Observatorio experimenta ya esta colaboración: ¿cuál es vuestro papel y qué balance haceis de esta experiencia?

A nosotros no compete el discernimiento, sino una obra de soporte a los obispos diocesanos: sea como estudio, si el obispo lo pide, sea como competencias en cuanto respecta a la composición de las Comisiones para las apariciones. Las sociedades mariológicas, de hecho, están muy extendidas en todo el mundo, y a nivel territorial, si es pedido, podemos direcccionar a los obispos hacia las personas más acreditadas para que hagan parte de las Comisiones. No todos están preparados, algunos son más abiertos y otros más reticentes: también aquí las nuevas normas del Dicasterio son más detalladas y más claras al indicar los criterios para la composición y la acción de las Comisiones. También en este caso es de gran ayuda, porque está más profundizado: en las nuevas normas hay más detalles, incluso jurídicos, sobre los términos y procedimientos a adoptar.

Los santuarios marianos son los más frecuentados del mundo. ¿En qué relación están con la pastoral ordinaria y qué eventuales pasos posteriores se pueden dar para insertarlos más adecuadamente en la experiencia de nuestra comunidad?

Los santuarios marianos son un gran recurso, porque María atrae: incluso un fenómeno sobrenatural, cuando se verifica, es una señal que Dios está, que Dios existe, que ha habido una intervención particular de Dios. La Pami ya ha instituido el segundo año del curso de Alta formación sobre mariofanías y los fenómenos místicos.

Es importante que exista una pastoral bien organizada que favorezca la mariología, tanto desde el punto de vista sacramental como catequético, que guíe las peregrinaciones y los grupos a vivir una auténtica experiencia de fe: no episódica o emotiva, sino que, al regresar a casa, permita al creyente que ha participado continuar la experiencia en su comunidad, en la vida diaria de fe.

Hay personas que están vinculadas sólo a ese particular lugar y santuario: es cierto que existen lugares donde el Señor se ha revelado en modo particular, pero luego debo vivir diariamente un camino de fe junto con mi comunidad. Por esto, es fundamental una preparación pastoral que haga comprender el valor de la peregrinación al santuario, pero al mismo tiempo anime a atesorar tal experiencia vivida utilizándola como un primer acercamiento a la evangelización, para después mirar el camino cuotidiano de fe, insertando lo extraordinario en lo ordinario.