El pasado Domingo, al iniciar la celebración de la Santa Misa, Mons. Carlos Enrique Herrera, obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, se quejó por unos altoparlantes que el gobierno local, resumiblemente la alcaldía, había instalado frente a la Catedral, estridencias que impedían la digna celebración de la Misa, cosa que el obispo calificó como “sacrilegio”. El el siguiente video se puede apreciar la queja del obispo.
Pues bien, la insolencia le ha costado caro a Mons. Herrera, la dictadura lo ha desterrado del país. El día de ayer se había reseñado el cierre de la página de Facebook de la diócesis, cuando lo del destierro del obispo todavía estaba en la categoría de rumor.
Esta es una información de Mosaico CSI, Nov-14-2024.
Follow @SECRETUMMEUMConfirman destierro del obispo de Jinotega
Monseñor Carlos Herrera fue capturado por la Policía tras salir de una reunión en Managua con lo que queda de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y fue enviado a Guatemala
Mosaico CSI
14 noviembre, 2024
El obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, de 75 años, fue desterrado este miércoles 11 de noviembre a Guatemala y permanece en una residencia de la Orden de Frailes Menores, a la que pertenece, confirmó una fuente eclesiástica a Mosaico CSI.
Fray Carlos Enrique fue capturado este mismo miércoles luego de asistir a una reunión en Managua con los pocos obispos que quedan de la CEN.
Esta medida represiva lo convierte en el tercer obispo de la Conferencia Episcopal en ser desterrado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en lo que se percibe como una intensificación de la persecución contra la Iglesia Católica en el país.
Antes de él, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, y monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, de la Diócesis de Siuna, fueron desterrados el pasado 13 de enero de 2024. Además, en 2019, monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, tuvo que exiliarse tras recibir amenazas de muerte y conocer supuestos planes para asesinarlo.
Este destierro de monseñor Herrera ocurre días después de que él hiciera una denuncia pública contra el gobierno local de Jinotega.
Durante la misa vespertina del pasado domingo 10 de noviembre en la catedral San Juan Bautista, el obispo expresó su descontento con los constantes eventos ruidosos organizados por la municipalidad, que interrumpen las celebraciones litúrgicas.