Thursday, July 4, 2024

Misterios Rondan Muerte del Cardenal Australiano George Pell

Este es un artículo de The Daily Mail Australia, Jul-04-2024, el cual sintetiza las informaciones que han venido surgiendo en los últimos dos días sobre ciertas circunstancias misteriosas que rodearon la muerte del cardenal australiano George Pell. Traducción de Secretum Meum Mihi, con adaptaciones.

Surgen afirmaciones oscuras sobre el cuerpo de George Pell después de que el católico de mayor rango en Australia muriera de un paro cardíaco

• George Pell murió de un paro cardíaco el año pasado
• Su cuerpo al parecer tenía la nariz rota

Por BRETT LACKEY PARA DAILY MAIL AUSTRALIA
4 de Julio de 2024


Han surgido afirmaciones de que el cuerpo del Cardenal George Pell tenía la nariz rota y no estaba vestido adecuadamente cuando fue repatriado a Australia tras su muerte en Roma.

Pell, de 81 años, murió el 10 de Enero de 2023 en el Hospital Salvator Mundi cuando sufrió un paro cardíaco tras una rutinaria operación de reemplazo de cadera.

Su funeral en la Basílica de San Pedro, cuatro días después, supuestamente “ocasionó ojos abiertos” entre los conocedores del Vaticano porque no había el tradicional ataúd abierto.

Pell había sido responsable de administrar la tesorería del Vaticano, su tercer rol más importante, y el Papa Francisco le encargó específicamente traer transparencia y supervisión a cientos de años de turbias finanzas de la institución.

El proceso le había valido un importante rechazo por parte de figuras dentro del Vaticano, algunas de las cuales desde entonces han sido acusadas de delitos financieros como fraude, conspiración y malversación de fondos.

La tarea también se hizo más difícil cuando Pell fue acusado por la policía de Victoria en 2017 por acusaciones históricas de abuso infantil, lo que lo llevó a pasar 13 meses en una cárcel australiana antes de ser absuelto en apelación de todos los cargos.

Según un informe publicado en The Australian esta semana, “durante meses han circulado rumores en la Santa Sede de que su cuerpo quedó desarreglado después de la autopsia”, que no llevaba zapatos y que su ropa había sido “arrojada” dentro del ataúd.

El columnista del Herald Sun, Andrew Bolt, tras una llamada al hermano de Pell, reveló que la familia había descubierto que la nariz del cardenal estaba rota cuando el cuerpo regresó a Australia, en lo que Bolt llamó un “insulto final”.

Según Bolt, podría haber sido “incompetencia”, pero algunos de los colaboradores más cercanos de Pell le habían dicho que sospechaban que el trato rudo de su cuerpo “podría ser una señal de que algunos en el Vaticano no habían perdonado a Pell por perseguir la corrupción”.

‘Pell me dijo una vez que no se sentía seguro en el Vaticano mientras perseguía a los delincuentes’, dijo Bolt.

‘Lo que le hicieron a su cuerpo me hace sospechar que tenía razón’.

El propio Pell dijo en 2021 que estaba sorprendido por la cantidad de resistencia que había encontrado dentro de la iglesia para modernizar sus finanzas.

‘Subestimé el ingenio y la resistencia de quienes se oponen a la reforma’, dijo Pell en Septiembre de 2021.

Pell había formado parte de un equipo de tres hombres que investigaba las finanzas del Vaticano y que también incluía al ex contador de Deloitte, Libero Milone, como auditor general.

Milone fue despedido en circunstancias misteriosas el 19 de Junio de 2017, el mismo año en que Pell fue acusado de espionaje.

En una conferencia de prensa, Milone dijo que el despido era un intento de frenar la agenda de reformas del Papa Francisco y alegó que su teléfono había sido intervenido.

El tercer miembro del equipo de probidad financiera fue el segundo de Milone, Ferruccio Panicco, quien se vio obligado a dimitir un día después después de que la policía del Vaticano allanara su oficina y confiscara sus computadoras.

Panicco murió el año pasado de cáncer de próstata.

El 16 de Diciembre del año pasado, diez figuras de alto rango del Vaticano fueron declaradas culpables de delitos financieros.

El ‘Juicio del Siglo’ del Vaticano, como se le denominó, se desató en 2021 después de que el Vaticano perdiera €350 millones en un acuerdo inmobiliario en Londres.