Thursday, October 3, 2024

Expulsión Miembros del Sodalicio de Vida Cristiana: Reacciones del Propio Sodalicio y de Obispo Expulsado

Con relación a la expulsión reciente de diez miembros del Sodalicio de Vida Cristiana, consignamos seguidamente dos nuevas reacciones.

La primera reacción es un comunicado, Sep-30-2024, del propio Sodalicio de Vida Cristiana.

Sodalicio de
Vida Cristiana

COMUNICADO

Sobre la expulsión de miembros del Sodalicio
30/09/2024

El 25 de septiembre pasado recibimos los decretos mediante los cuales el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, por delegación del Santo Padre, determinó la expulsión de diez miembros del Sodalicio de Vida Cristiana.

El Sodalicio de Vida Cristiana acepta esta decisión con espíritu de humildad y obediencia a lo dispuesto por el Santo Padre.

Renovamos nuestra adhesión al Vicario de Cristo, así como nuestro profundo amor a la Iglesia, y seguiremos colaborando con las diversas instancias de orientación y acompañamiento que la Santa Sede nos señale.

Continuaremos comprometidos con la escucha y atención a las víctimas, y con los procesos de reparación a través de la justicia y la verdad.

Nos encomendamos a sus oraciones, para seguir el proceso de renovación de nuestra comunidad, confiados en el Señor quien nos ha sostenido a lo largo de estos años y nos seguirá acompañando bajo los cuidados de Santa María nuestra Madre.

José David Correa González
Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana

La segunda reacción es la del arzobispo emérito de Piura-Tumbes, Mons. José Antonio Eguren Anselmi (foto superior), quien salió de su silencio mediante un comunicado, Oct-02-2024 (fuente: Alejandro Bermúdez vía X).

CARTA A MIS HERMANOS Y AMIGOS EN EL SEÑOR

El pasado miércoles 25 de septiembre se hizo pública la decisión del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de expulsar del Sodalitium Christianae Vitae a diez de sus miembros, entre ellos a mí.

En primer lugar quiero expresar a los hermanos que han sido expulsados conmigo, mi cercanía espiritual en estos momentos en que el Señor nos quiere junto a Él en la Cruz. Al Superior General del Sodalitium, y a los demás sodálites y miembros de nuestra familia espiritual, mi gratitud y mis oraciones.

Mi expulsión se da en un contexto muy particular, nada menos que en el año en que celebro 50 años de haber ingresado al Sodalitium Christianae Vitae, mi querida Comunidad, en la que aprendí a amar al Señor Jesús con el Corazón Inmaculado y Doloroso de la Madre, y a servir a la Iglesia como ella quiere ser servida. A lo largo de toda mi vida de sodálite sacerdote y de obispo, no he buscado otra cosa sino amar a la Iglesia y hacerla amar. Con ese mismo amor, con profundo dolor y obediencia, acojo esta decisión. Guardo la esperanza de que cuando se conozcan en profundidad los hechos sobre mi caso, de los cuales considero que no se ha tenido conocimiento hasta ahora, se pueda reconsiderar la decisión adoptada.

Quiero agradecer las innumerables y abrumadoras muestras de solidaridad y de oraciones que he recibido en estos días, señal de que muchos mantienen intacto su aprecio por mí, y que no dudan de mi integridad y rectitud. Quiero agradecer a mis hermanos obispos que me han escrito en estos días, así como a mis hermanos de Piura y Tumbes, quienes conocen y reconocen mi limpia y fecunda trayectoria de cerca de 15 años en la Arquidiócesis norteña. Cómo no agradecer a los queridos fieles cristianos de la que fuera mi Parroquia de Nuestra Señora de la Reconciliación por cerca de 11 años. En fin, a todos los que me han escrito o llamado en estos días les expreso mi profunda gratitud. Su afecto y solidaridad me confortan y fortalecen. El Señor que todo lo ve y lo conoce, sabrá recompensarlos por su amistad y apoyo.

En honor a la verdad, y como en el caso de mi renuncia al oficio pastoral de Arzobispo Metropolitano de Piura del pasado mes de febrero, realizada en obediencia al Santo Padre, debo señalar que nunca me fueron informadas de manera plena y precisa cuáles son las acusaciones en mi contra. Sólo se me informó de una, recién el pasado mes de abril, ante la cual considero que pude demostrar su falsedad en mi declaración de respuesta al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y que no tiene relación con ningún tipo de abuso.

La falsa imputación periodística de que sería la cabeza de una organización criminal de tráfico de tierras en Catacaos - Piura, ya ha sido esclarecida en toda su extensión, hasta la saciedad, por parte de abogados y expertos. Asimismo, debo manifestar que cuando declaré en Lima ante la "Misión Especial Scicluna - Bertomeu", en el mes de julio de 2023, no se me comunicó de ningún tipo de acusación concreta.

Muchas personas en sus comunicaciones de estos días me han expresado su pena y mortificación por la forma cómo se ha comunicado nuestra expulsión, donde a un grupo de diez hermanos se nos atribuye a todos por igual, y sin ningún tipo de aclaración o precisión, actos gravísimos. Haberlo hecho de esta manera, me advierten, constituye una injuria y un daño a la reputación y al buen nombre de todos los expulsados, así como a la justicia y a la verdad que siempre han guiado a Iglesia, más aún cuando uno de ellos es un obispo. En mi caso, puedo asegurar que no he pasado por un debido proceso.

A lo largo de estos últimos años ustedes han sido testigos de una sostenida campaña de calumnias y mentiras en mi contra con el único fin de dañar mi reputación y a través mío al Sodalitium. A pesar de todo, mi confianza en el Señor Jesús y Santa María está intacta, y tengo la seguridad de que tarde o temprano la verdad se abrirá paso y con ella la auténtica justicia. Si he ofendido a alguien o alguna persona considera que he obrado mal contra ella, le expreso nuevamente mis disculpas y solicito su perdón.

Finalmente, mi compromiso de servicio eclesial permanece incólume. Siempre encontrarán en mí a un pastor que se esforzará por ser fiel al Señor Jesús y al Sucesor de San Pedro. Pido sus oraciones para los nuevos desafíos que tendré de ahora en adelante, y que sólo Dios, en su Divina Providencia, conoce. Tengan la seguridad que los encomiendo permanentemente en mis oraciones, y les ruego que no dejen de rezar por el Papa Francisco.

Afectísimo en Cristo y María,

Lima, 02 de octubre de 2024
Memoria Obligatoria
Santos Ángeles Custodios

✠ JOSÉ ANTONIO EGUREN ANSELMI
Arzobispo Emérito de Piura