Monday, October 6, 2025

«El Papa No Es Una Estrella. No Al Jubileo Lgbtq+». Entrevista Al Cardenal Müller En Il Giornale

No atribuyen a alguien la entrevista que apareció hoy en Il Giornale con el cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ahora dicasterio), pero se infiere que es el periodista Fabio Marchese Ragona, porque él la publica en su blog en la web de ese periódico. La siguiente es una traducción al español de Secretum Meum Mihi.

«El Papa no es una estrella. No al Jubileo Lgbtq+»

El Prefecto emérito de la congregación para la Doctrina de la Fe: «La Iglesia no haga política, piense en los cristianos».


Cardenal Gerhard Ludwig Müller, usted es Prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe. ¿Cómo juzga estos primeros meses del pontificado del Papa León?

«Todos estamos felices que el Papa León comenzara su pontificado con Cristo, centro de la fe cristiana: este cristocentrismo es necesario. Muchos quieren que la Iglesia solo hable de cuestiones de la vida social, de la política. Por supuesto, estos también son temas de misión, pero su misión primaria es predicar el Evangelio de la salvación y la vida eterna para todos los hombres».

¿Usted cree que con este pontificado se prestará más atención a la colegialidad?

«Sí, lo hablamos en el precónclave. La colegialidad de los obispos es un elemento de la fe cristiana, del dogma. El Papa, como obispo de Roma, no está aislado como un autócrata, sino que cuenta con un colegio de cardenales que es su senado. Los consejoa que dan los cardenales son muy importantes, no para sus propios intereses, sino para ayudar intelectual y moralmente al Papa y a su misión».

Algunos piensan que con León habrá un retorno a la tradición.

«No debemos hacer parangones con los Papas precedentes. León no puede imitar a Francisco, como Francisco no podía imitar a Benedicto XVI, y así. Por ejemplo, se habla de que León usa la muceta: no es solo un elemento para parcer más bello, sino una expresión de su oficio. En este sentido, creo que muchos han imaginado que el Papa León quiere presentarse más como sucesor de Pedro y no anteponer su personalidad. Claramente, no podemos separar el oficio de la persona, pero en cierto sentido debemos hacer una distinción».

El Papa León XIII ha diho haber recibido varias cartas sobre el tema de la Misa en latín. ¿Cree Usted que es necesario intervenir sobre este tema?

«Partamos del hecho de que existen diferentes ritos, entre los cuales el rito latino, el más extendido. Los padres conciliares decidieron no cambiar la Misa, sino simplemente modificar ligeramente los ritos para facilitar la participación activa de los fieles. Sin embargo, algunos han tenido reservas sobre la forma litúrgica; se han mantenido con el rito latino tal como existía hasta 1962. Algunos de estos supuestos tradicionalistas afirman que solo esta forma es válida. No podemos aceptar esto; se debe encontrar una solución más pragmática y de tolerancia. Debemos encontrar una solución basada en el pensamiento católico, que distingue entre la sustancia de los sacramentos y los ritos parcialmente mutables».

¿Qué piensa Usted al respecto?

«Que la cuestión no se puede resolver con autoritarismo. Se necesita una mediación: ambas partes deben moverse un poco la una hacia la otra. Se necesita una reflexión clara, teológica y no solo política».

Entre las muchas cartas, el Papa León también recibió una súplica firmada por numerosos académicos que le pedían una palabra de aclaración tras la «confusión» generada por el Jubileo de la comunidad Lgbtq+. ¿Qué opina?

«No sé si el Papa dirá algo, pero la situación es muy clara: el Año Santo y la Puerta Santa no se pueden instrumentalizar para una ideología de este tipo. La Iglesia, en nombre de Jesucristo, acepta a todos los hombres y sus problemas, pero Dios creó al hombre y a la mujer, y solo este matrimonio es la única posibilidad de vivir conyugalmente. La Puerta Santa no puede utilizarse para cuestiones políticas: pienso, por ejemplo, en quienes vienen aquí en peregrinación para plantear cuestiones sobre el conflicto entre palestinos e israelíes. Pero ¿qué tiene esto que ver con su fe? Cristo es la Puerta Santa por la que entramos en la Iglesia, en la familia de Dios. Nosotros, cristianos, no debemos derrotar los enemigos, sino la enemistad».

Sobre el tema de la sexualidad, el Papa dijo que la doctrina no cambiará, pero que él confirma el «Todos, todos, todos» de Francisco. ¿Cree que se encontró con un compromiso?

«Todos los hombres están llamados a encontrar a Jesucristo, único salvador del mundo, pero a través de un cambio en las propias vidas. El problema es que muchos quieren entender este “todos, todos, todos” como la aceptación de un estilo de vida contrario al estilo de vida cristiano. Pensemos en la tradición, en la Iglesia de Roma del siglo II o III, los miembros de la Iglesia se preguntaban: “¿Qué hacemos con los gladiadores que, a pesar de matar a otros hombres, quieren ser bautizados? Para entrar en la Iglesia a través del bautismo, deben cambiar de vida”. Y lo mismo ocurre con muchas otras categorías de personas...».

El Papa habló de los provida estadounidenses, dicienndo que no se puede estar en contra del aborto, pero al mismo tiempo a favor de la pena de muerte o de las políticas migratorias vigentes en Estados Unidos...

«El Papa no ha confrontado o relativizado estas situaciones, que son objetivamente diferentes, sino que ha hablado sólo de la coherencia subjetiva que se requiere en todos los diferentes casos de tutela de la vida. El aborto significa matar a un inocente, y la Iglesia siempre ha dicho que es un crimen brutal. Pero no puede ponerse al mismo nivel de la pena de muerte hacia un criminal que ha matado a otros hombres. Incluso en el Antiguo Testamento se habla de la pena de muerte para quien mate a otro hombre. Personalmente me opongo a esta pena, pero recordemos que las enseñanzas de la Iglesia aceptaban, dentro de ciertos límites y en casos extremos, que las autoridades civiles pudieran aplicarla. Otra cosa es la cuestión de los migrantes: siempre se necesita tratar al prójimo como hermano, pero los Estados tienen todo el derecho de regular la inmigración ilegal y proteger la propia población, quizás de criminales que llegan de otros países».

¿Cree que este pontificado reservará alguna sorpresa, o será un pontificado sin demasiadas turbulencias?

«Espero sorpresas que tengan que ver con la Palabra de Dios y no con el sensacionalismo, por ejemplo decir que este es el primer Papa en ir a Moscú o cosas del género. El Papa no es una figura de interés público; no se presenta según las reglas de una estrella de Hollywood, sino como un buen pastor que da su vida por las ovejas de Cristo. Todos estamos convencidos de que nuestro Papa tenga este equilibrio al no presentarse como una persona reconocida, como la más famosa del mundo. Todo esto carece de valor delante Dios. Es más importante lo que Dios piensa de nosotros, no lo que los hombres piensan de nosotros. Como dijo el propio Papa León: “Hacerse pequeños para dejar puesto a Cristo”».